Rambla se pronunció así en declaraciones a los medios de comunicación tras presentar el anteproyecto de la ley de Comercio a las diferentes asociaciones de comerciantes de la Comunitat Valenciana, a quienes trasladó que la norma "busca la creación de empresas y la generación de empleo", por lo que sustituirá las "exigencias previas" para la apertura de comercios por la realización de "un control y un seguimiento posterior".

De este modo, a partir de ahora únicamente las superficies comerciales por encima de los 2.500 metros cuadrados necesitarán una autorización previa, que además "no tendrá nada que ver con criterios económicos o comerciales, sino con cuestiones medioambientales y de desarrollo territorial".

Además, la norma establece la creación de un Plan Territorial de Comercio en base al que se enmarcará el modelo comercial de la Comunitat y el desarrollo conjunto de planes de acción comercial con los ayuntamientos para realizar un diagnóstico de la situación comercial de cada localidad y decidir cuestiones como la necesidad de abrir comercios o cambiar a actividades más rentables.

Preguntado por si esos cambios afectarán también a la implantación de Ikea en la Comunitat, señaló que en ese Plan Territorial de Comercio "se delimitarán un conjunto de aspectos medioambientales, urbanísticos y de desarrollo sostenible de la Comunitat" que constituirán "el marco en el que va a estar nuestra norma" y descartó que se incorporen "otros elementos de carácter comercial".

Rambla recalcó que "hasta ahora, tampoco eran las presiones de ningún sector las que determinaban la apertura o no" de tiendas de la cadena sueca en la región y destacó que la multinacional "está llevando a cabo el proceso de apertura en dos municipios de la Comunitat —Paterna (Valencia) y Alicante— con la lentitud o celeridad que le marcan las normativas municipales en cada uno de ellos, pero no por la limitación que la Conselleria esté planteando, y a partir de ahora, exactamente igual", sentenció.

Por otro lado, agradeció "la altura de miras y la colaboración de todos los sectores implicados en la elaboración de esta ley por haber hecho posible lograr un altísimo nivel de consenso" y resaltó que, entre las principales novedades del anteproyecto, figuran el aumento de ocho a nueve el número de aperturas en festivos en la Comunitat Valenciana, dejando a los ayuntamientos la posibilidad de modificar dos de esos festivos en función de sus festividades locales.

Además, la ley "regula por primera vez el comercio de proximidad a través de los Centros Comerciales Urbanos como motores económicos de nuestras ciudades", con un modelo de actuación y promoción conjunta similar al implantado por los comercios del centro de Castellón.

Regulación outlets y descuentos promocionales

Se regulan también por primera vez las ventas de saldos (locales outlet) mediante el establecimiento de una serie de requisitos, como que "estos productos sean exclusivamente artículos procedentes de excesos de producción o de fuera temporada y que además, se realicen rebajas en el precio", y los descuentos promocionales fuera de los dos periodos tradicionales de rebajas.

Rambla hizo hincapié en que la ley de Comercio de la Comunitat "garantiza la continuidad de nuestros comercios a través de un marco normativo estable y acorde con las exigencias del sector comercial de la Comunitat Valenciana".

Defendió, en este sentido, que se trata de "un tejido comercial moderno y competitivo que hace frente todos los días a la crisis con la dificultad y compromiso con las posibilidades de la Comunitat Valenciana" y, por ello, agregó, "es necesario esa recuperación que genere más empleo y que permita que el comercio siga siendo la locomotora que tire de otros sectores productivos".