En una nota de prensa, recordaron que durante los dos últimos meses, por parte del Grupo de Estupefacientes de esta Jefatura Superior de Policía de La Rioja, se ha llevado a cabo una compleja investigación denominada 'Kuskús', enmarcad dentro de las distintas operaciones que se desarrollan en relación con la prevención y represión del consumo y tráfico de estupefacientes, que se dio por concluida durante el pasado fin de semana.

En el curso de la misma se detuvieron a seis hombres y dos mujeres todos asentados en esta Comunidad Autónoma, supuestamente implicados en operaciones de tráfico ilícito de este tipo de sustancias.

En el operativo se pudo constatar que algunos de los detenidos podrían estar implicados en la introducción en Logroño, desde Marruecos y otros lugares del sur de la península, de importantes cantidades de hachís que luego distribuían a pequeños traficantes para su venta a consumidores.

Se procedió a la incautación de 10,358 kilogramos de hachís; 5,1 gramos de cocaína; 1.070 euros en efectivo; 3 coches y un pequeño camión; y 7 teléfonos móviles.

Del total de los ocho detenidos, que lo fueron en distintas fases, dos fueron puestos a disposición de los Juzgados de Instrucción de Logroño, ordenándose el ingreso en prisión de uno de ellos, considerado como máximo responsable.

Lo complicado de la operación, explicó la Policía, radicaba en la utilización de la infraestructura y medios de una empresa, donde trabajaba legalmente uno de los detenidos, donde podía almacenar dichas sustancias sin levantar sospechas.

Tres de los detenidos son de nacionalidad extranjera y los cinco restantes españoles, constándole a uno de ellos antecedentes policiales por delito contra la salud pública.