El observatorio, según informó el Consejo Consultivo en una nota, es un órgano colegiado de ámbito autonómico "encargado de analizar la magnitud del fenómeno de la violencia de género y su evolución", así como la evaluación de "los resultados de las políticas públicas que se desarrollen para actuar de forma eficaz ante este tipo de violencia". Permitiría además "obtener un asesoramiento permanente en el diseño de estrategias de intervención, formación, participación y difusión" contra la violencia que sufren las mujeres.

Entre las funciones del futuro observatorio estarán la recogida, análisis y difusión de información periódica sobre este la cuestión; el establecimiento de mecanismos de observación y análisis de la evolución de la violencia de género; la formulación de "recomendaciones y propuestas tendentes a mejorar los indicadores y sistemas de información" relacionados con este grave problema; la elaboración de informes, estudios de investigación específicos y estadísticas y el asesoramiento a la Administración autonómica.

Otras de las numerosas misiones del observatorio serán las de colaborar en campañas de sensibilización social y la redacción anual de una memoria sobre las actividades realizadas.

Los informes, estudios y propuestas dedicarán especial atención a la situación de las mujeres con mayor riesgo de sufrir agresiones y que padezcan otras problemáticas añadidas, tales como aquellas que sufran alguna enfermedad mental, ejerzan la prostitución, residan en la comunidad como inmigrantes, posean algún tipo de discapacidad, sean víctimas de adicciones a las drogas o cuenten con una edad avanzada y no dispongan de recursos económicos.