Una estricta cuestión de productividad laboral o un asunto de contenido político disfrazado de medida disciplinaria. El Ayuntamiento de Mojácar ha prohibido mediante un Decreto de alcaldía que los funcionarios de sus oficinas municipales puedan escuchar la radio mientras trabajan.

"En horas de trabajo hay que trabajar". Así argumenta la medida Ángel Medina, concejal de Cultura y Turismo del municipio, gobernado por el PP en coalición con otros tres partidos locales. Según Medina, el consistorio lo quiere que sus empleados "se ganen el sueldo" y "den ejemplo en tiempos de crisis". El acuerdo de la Junta del Gobierno literalmente prohíbe "la conexión de cualquier aparato de sonido (...) con el fin de mostrar un ambiente de trabajo serio".

Desde el equipo de Gobierno se asegura que fueron "los propios funcionarios y los ciudadanos los que se quejaron", pero desde el PSOE -que no tiene concejales en el Ayuntamiento-  apuntan a otros motivos.

La polémica prohibición, de la que este lunes informa el diario El Mundo, coincide en el tiempo, según Manuel Zamora, Secretario General de los socialistas de Mojácar, con varias denuncias realizadas desde los medios de comunicación sobre presuntas irregularidades en el consistorio. "La prohibición", dice Zamora, "ha llegado ahora, cuando la alcaldesa se enfrenta a denuncias y quejas vecinales".

Críticas a la alcaldesa

Son precisamente estas denuncias, sobre las que Vera Comunicaciones, una emisora local de un municipio cercano, lleva informado profusamente desde hace varias semanas. Desde al PP aseguran que no tienen nada contra dicha emisora porque "no la escuchaba nadie", aunque luego matizan que no debería escucharse en su pueblo, pues "no es una emisora de la localidad".

No opinan lo mismo desde la emisora. "Lo que sucede", dice Miguel Ángel Sánchez, su director, "es un ataque a la libertad de expresión y a los derechos de los trabajadores". "A través de un argumento aparentemente impecable se esconde el temor de los políticos a recibir críticas", asegura Sánchez.

El PSOE local, que no ha puesto denuncia por "carecer de datos objetivos", se remite a lo denunciado por la emisora y consideran que la prohibición es "exagerada" y se debe al deseo de la alcaldesa de que sus empleados "no escuchen ciertas críticas a su gestión".