En una entrevista concedida a Europa Press, el autor de 'Miedo de ser escarcha', con el que obtuvo el Premio Internacional Surcos en 2000, subrayó que su nuevo trabaja "habla de las amistades y los amores, pero también del trabajo, de la poesía, de las diversas formas de resistencia contra el dolor y la muerte".

El escritor "jerezano, nacido en Cáceres y residente en Sevilla", como se denomina el propio Rodríguez, confesó que "los poemas se alimentan de lo que uno ha vivido y ha visto, de las ciudades del mundo que uno ha conocido o soñado", por lo que en este libro se acerca, según dijo, "más que a una ciudad concreta, a todas las ciudades, a la ciudad como concepto y como práctica".

En este sentido, indicó que 'Para nombrar una ciudad' habla de "nuestro mundo y nuestro tiempo, de los espacios físicos y de las gentes que les dan forma y vida" e investiga de "cómo es posible dar nombre a las cosas en la compleja trama de las labores y los días, cómo intentar decir de veras, cómo transmitir con hondura en una realidad como la actual, en unas condiciones como las presentes".

Con respecto a las formas poéticas, explicó que el poemario presenta "una voz común al fondo que sostiene y alienta una estructura, una hilazón narrativa". Asimismo, describió que en cada caso concreto el poema busca su forma única, el "querer decir" encuentra sus recursos, sus soluciones, para cumplirse o acontecer. Además, confesó que le gustan los poemarios que pueden leerse también "en el plano de atención y seguimiento de la trama, como si se tratara de una novela".

A los temas "universales" de la literatura, Rodríguez, que confesó escribir "para ver con otros", añade en su nuevo poemario "el canto y la demolición, las mudanzas, el fuego en el que comprendimos el bosque, los prodigios, el tiempo y la memoria, y el lenguaje con la conflictiva relación entre lo nombrado y su nombre, entre lo real y la realidad", describió.

'Para nombrar una ciudad' cuenta con los elementos naturales con una presencia destacada. Al respecto, Rodríguez comentó que su presencia se debe al hecho de que "todos somos materia y por tanto, naturaleza". "El misterio de la materia y de la naturaleza está siempre, de una u otra manera, en mis libros", confesó.

"la poesía,

Acostumbrada a las crisis"

Por otro lado, el escritor, que consideró que ""la poesía tiene no pocos lectores entusiastas y con criterio", analizó el panorama poético y afirmó que el género está "acostumbrado a la supervivencia a todas las crisis". Así, añadió que la poesía "tiene su lugar y su sentido".

En este sentido, aseguró que "por su intensidad y alcance, por lo que aporta al lector, por lo que tiene de compañía, por sus cuestionamientos y sus pistas para comprender mejor, la poesía es sentida como necesaria por mucha gente"