Así lo afirma el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Málaga, Joaquín Fernández-Crehuet, que alude a «resultados científicos» en medicina regenerativa para avalar esta teoría. Además, añadió un argumento ético: que con la utilización de los embriones sobrantes de los procesos de reproducción asistida, «estamos eliminando una vida humana que estaba ahí para otro objetivo distinto». Fernández-Crehuet participará en el Congreso Nacional de Bioética que se celebrará del 1 al 3 de diciembre en Málaga.