De las tres casas afectadas, situadas en la calle Almanzor del municipio, una estaba en obras y, al situarse justo debajo del cerro, ha quedado "totalmente destrozada". La otra permanecía desalojada por seguridad a causa de desprendimientos anteriores, mientras que la tercera era de una familia del pueblo que se ha tenido que alojar en otra parte hasta que los técnicos determinen el estado de su estructura.

Los Bomberos han acordonado la zona por seguridad, ya que el terreno arcilloso del interior del cerro está comenzando a secarse tras las intensas lluvias del pasado invierno y pueden producirse nuevos derrumbes.

También se ha despejado la zona para facilitar el paso de las máquinas que deberán recoger la tierra desprendida y abrir un acceso para que los vecinos puedan recoger sus vehículos y llegar a la otra parte del pueblo.

En las próximas horas se espera la llegada de los técnicos de la Diputación de Granada para que valoren la situación en la que se encuentra el cerro, que presentaba varias grietas antes de desprenderse, y valorar la posibilidad de realizar alguna intervención que evite los desprendimientos.