El juicio se celebró hoy con la declaración del acusado, la víctima y tres testigos en el Penal número 3 de Oviedo y quedó visto para sentencia. En el turno de fijación de posiciones, el fiscal modificó sus conclusiones al estimar que no quedó acreditado el desplazamiento patrimonial, por lo que pidió que se califique como un "intento de extorsión".

La acusación particular entiende sin embargo que se produjeron dos delitos, de extorsión y de amenazas, por los que solicitó seis años de cárcel y el pago de los 12.000 euros, equivalentes al importe de lo extorsionado. El abogado defensor, Víctor Celemín, solicitó la libre absolución.

En la vista, el imputado declaró que era amigo de la supuesta víctima, con quien coincidió cumpliendo condena en la prisión de Villabona, e indicó que éste le había dado algún préstamo para ayudarle tras su salida de la cárcel, pero nunca los 12.000 euros que sostuvo la acusación.

La víctima, por su parte, declaró que estaba amenazado desde hace más de un año y dijo que tenía miedo por él y por su madre, una anciana de noventa años.

Según las conclusiones provisionales del Ministerio Público, la extorsión se produjo entre los años 2008 y 2009, periodo en el que bajo diversos pretextos, el acusado logró que un conocido y vecino del mismo barrio, le entregase semanalmente distintas cantidades de dinero, bajo la promesa de que se lo devolvería cuando empezase a trabajar.

Cuando la víctima se negaba a la entrega del efectivo, el acusado le amenazaba de muerte a través del teléfono. Las entregas se hacían en el domicilio de la víctima o mediante reintegros bancarios.