Victoria Vera, aquella actriz que revolucionó la España de la transición, interpreta a Dorotea, una novia despechada que en un pequeño pueblo del norte de España tiene que sufrir la rechifla del vecindario por quedarse como una solterona.

Miguel Mihura hace en La bella Dorotea un intento de retratar la maledicencia de la gente, que crece en una sociedad viciada por el disimulo, la hipocresía, la envidia y el qué dirán.

Las comedias de este autor, que definió el humor como «una risa que ha ido al colegio», no pasan de moda y siguen tan frescas como cuando fueron creadas por su agudísima pluma en los años de la Dictadura.

* Teatro Romea. Plaza Julián Romea, Murcia. Hoy, 22.30 h; mañana, 19.30 y 22.30 h, y el domingo, 20.00 h. Entradas, 22, 18 y 6 euros.

Un quijote en femenino

Algunos críticos han querido ver en La bella Dorotea un nuevo Quijote femenino, por el comportamiento de la protagonista, despechada, vestida de novia y paseando por la calle Real buscando un hombre.