Entre 250 y 300 personas, según las estimaciones de los convocantes, secundaron la concentración, encabezada por una pancarta con el lema 'Por una convivencia en paz. No a las agresiones'.

Los convocantes eran el claustro de profesores del IES Valle del Saja, las asociaciones de padres y madres de los centros educativos Ramón Laza, Sagrados Corazones, Valle del Saja y Foramontanos, la Asociación de Comerciantes, la Asociación de Vecinos LOT y la Asociación Cultural Ícaro.

Una niña, dos chicos y una mujer, en representación de toda la población, fueron los encargados de leer el manifiesto redactado para la concentración, a la que también asistió el profesor agredido acompañado de su familia.

Con ese manifiesto, la sociedad de Cabezón apuesta por "fomentar y retomar un nuevo rumbo en la convivencia" y, para ello, incide en la necesidad de trabajar en la prevención, a través de la educación en valores como el "respeto, la tolerancia y el diálogo".

Junto a ello, los vecinos abogan por "denunciar adecuadamente cualquier acción violencia y dejar que la justicia actúe aplicando la ley".

Con ese escrito, los convocantes de la concentración invitan a asumir a cada uno la parte de responsabilidad que le corresponda, como profesores, familias, políticos, comerciantes, sanitarios, jóvenes o fuerzas del orden del público porque, a su juicio, "cuando un grupo de personas utiliza la violencia como herramienta para gestionar cualquier situación" es que se está haciendo "algo mal" y se debería "reflexionar".

Por último, subrayan que la concentración no es un "acto puntual y aislado" y pretende mostrar la solidaridad con el profesor agredido y con el resto de vecinos que comparten un pueblo que en el todos son "bienvenidos" desde el "respeto mutuo" y desde la convicción de que la diversidad es "riqueza para todos".