En un comunicado, la compañía resaltó que el acuerdo alcanzado entre empresa y sindicatos, por el que se despide a un total de 85 trabajadores con una indemnización de 40 días por año trabajado hasta un máximo de 20 meses, unido a la entrada de nuevo capital, "hacen posible que el futuro a corto y medio plazo de la firma sea el de la continuidad".

"A pesar del coste social y de la difícil solución que hemos adoptado al tener que despedir a parte de la plantilla, estamos convencidos de que esta situación nos asegura la viabilidad del proyecto", señalaron las mismas fuentes.

Recalcaron igualmente que "en ningún momento se barajó la posibilidad de presentar un concurso de acreedores", dado que "el ánimo de Little Kiss siempre ha sido el de asegurar la continuidad de la empresa".

Además, apuntaron a la exportación como salida más factible a la crisis que atraviesa el sector textil, tras haber detectado un incremento de cerca del 30 por ciento de la exportación, pese a que las ventas nacionales, que conforman el grueso de su facturación, se han visto reducidas por la crisis.

Por este motivo, desde la dirección de Little Kiss aseguraron que van a "seguir apostando por el mercado internacional" como en los dos últimos años, "duplicando la red comercial en el extranjero".