El secretario general de CC.OO. de Cantabria, Vicente Arce, advirtió hoy que si el plan de austeridad del Gobierno regional "recorta" prestaciones sociales y el estado de bienestar cántabro, generará "más problemas que soluciones"

Según opinó Arce en un comunicado, las "auténticas necesidades" de Cantabria son el sostenimiento del gasto social y la inversión productiva, y "no la retirada de estímulos a la economía, ni planes de austeridad que ataquen el estado del bienestar, un patrimonio de todos los cántabros y un auténtico colchón para los más necesitados en estos tiempos de crisis", subrayó.

Para el sindicalista, es "buen momento para mejorar la gestión de lo público, con un enfoque más profesional y menos politizado". En este sentido, defendió que también "es buen momento" para "valorar" el número de altos cargos en las empresas públicas, en lugar de optar "por la no contratación de trabajadores", ya que esta segunda medida "disminuye la calidad de los servicios que hospitales y centros educativos dan a los ciudadanos" enfatizó.

El secretario general de CC.OO. aseguró que el sector público es "una de las fortalezas de Cantabria", y su defensa, "una de las razones de ser de Comisiones Obreras".

Por ello, para el sindicato, una salida "justa y de izquierdas" a la crisis en Cantabria no debe pasar por un recorte de las políticas sociales (educación, sanidad, dependencia, etcétera) sino por un "reforzamiento" de éstas.

Para frenar la pérdida de puestos de trabajo y empezar a reactivar la economía, CC.OO. apuesta por dos reformas "cruciales", la del sistema fiscal y la financiera.

En relación a la primera, Arce defendió que "es el momento de decirle a los ciudadanos que más que planes de austeridad, que pueden ser demoledores y retrasar todavía más la recuperación económica en España y en Cantabria, necesitamos una profunda reforma fiscal".

Para CC.OO. dicha reforma pasa por "poner coto" al fraude fiscal, y desarrollar una actividad "con vocación política y con medios para erradicar la economía sumergida y con ello, dinamizar la actividad económica".

La segunda "y más urgente" reforma es la financiera. "Podemos hacer todas las reformas, incluso las más radicales, en el mercado laboral, pero quedarán en papel mojado en términos de empleo si el crédito no vuelve a fluir rápidamente a la economía a través de las empresa y las familias. Y en particular del sistema de cajas", concluyó.