Una vecina de Gijón de 58 años ha fallecido este martes tras recibir dos disparos, al parecer tras mantener una discusión con su marido en el domicilio familiar de la calle Roncal, en el barrio gijonés de Pumarín, informaron fuentes policiales.

El marido de la víctima, que se encontraba ensangrentado, ha sido detenido como presunto autor de los disparos, que tuvieron lugar poco antes de las 9:30 horas de este martes. Las mismas fuentes han precisado que en el interior del domicilio había signos de violencia.

Hasta el lugar de suceso se trasladaron agentes de la policía municipal y de la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de las investigaciones. Ésta es la tercera víctima de la violencia machista en lo que va de año en Asturias.

La última víctima de la violencia machista, tenía uno hijo y una hija, próximamente iba a ser abuela por segunda vez y mantenía una relación aparentemente normal con su marido, y presunto asesino, Luis M.C., que a sus 65 años se había jubilado recientemente.

En estos términos se han expresado varios vecinos de la mujer que esta mañana murió al recibir tres disparos de una escopeta de caza, el último de ellos, en el rellano de la escalera, desde donde trató de pedir ayuda a los vecinos.

La víctima y el presunto asesino vivían en el segundo derecha del número diez de la calle del Roncal, en Gijón, desde hace más de veinte años y, según sus vecinos, parecía un matrimonio convencional, aunque él era "más seco, pero no problemático" que su mujer, que era "extrovertida".

Luis Fernández Arias, que vive en el tercero izquierda del mismo edificio, fue el primero en notar que algo no iba bien esta mañana, al oír desde su casa, y poco antes de las 9.25 horas, como una "pequeña bomba" y notar como si alguien se hubiese quedado encerrado en el ascensor.

Al asomarse a la escalera, oyó a la víctima en la escalera que llamaba a Tere, la mujer de un guardia civil retirado que vivía en un piso superior y que era una de sus mejores amigas. Según este vecino, la mujer estaba tirada en el suelo y parecía que quería haber subido hacia el piso donde vivía su amiga, pero que no lo consiguió.

Otros vecinos del inmueble han señalado que no habían visto nunca nada raro entre la pareja, pero que el hombre se encontraba un poco nervioso últimamente y que, como era cazador, le veían a veces entrar y salir del piso con la escopeta. El presunto agresor, que fue detenido en la puerta del edificio, no tenía denuncias por malos tratos, según fuentes policiales.