Junto a Gutiérrez Aragón, la petición la han registrado Jesús García, Dolores Herrería y Mauro Muriedas, en representación del Colectivo de Amigos de Emilio de Mier "Sejos", que cada año recorre los escenarios de la novela 'Sejos del confinamiento', escrita por Mier.

La calle que proponen se encuentra en Sierrapando, y se pondrá en servicio en breve como consecuencia del desarrollo urbanístico de este barrio en el que residió desde niño Emilio de Mier cuando su familia se trasladó a la ciudad.

Emilio de Mier Pérez nació en Sopeña (Cabuérniga) el 16 de septiembre de 1938, pero se trasladó -tras un breve paso por Renedo de Piélagos- siendo niño a Torrelavega, viviendo su infancia y juventud en el pueblo de Sierrapando.

Cursó sus estudios de bachillerato en el Instituto Marqués de Santillana, en un ambiente de insólitas inquietudes culturales y sociales para la España de la época, donde formó su grupo de amigos, entre los que se encontraban su hermano Fidel, "Maurín" Muriedas, y el cineasta Manolo Gutiérrez Aragón, junto a quien ingresó en el Partido Comunista.

Posteriormente se trasladó a estudiar Derecho en la Universidad de Oviedo, y como consecuencia de ello, además de obtener la licenciatura de su carrera con grado de sobresaliente, establece una estrecha amistad con el profesor y filósofo Gustavo Bueno.

Acabados los estudios, ejerció la abogacía, siempre en Torrelavega, donde se especializó en la defensa de los trabajadores y de los represaliados por la dictadura franquista,

Esta tarea la compatibilizó con el ejercicio de profesor de la Escuela Universitaria de Graduados Sociales de Torrelavega y, a lo largo de doce años, entre 1979 y 1991, con la actividad pública política como concejal del Ayuntamiento de Torrelavega en representación del Partido Comunista desde la primera legislatura. Fue concejal de Educación y cultura y segundo Teniente de Alcalde.

En el apartado cultural, colaboró con numerosas asociaciones y revistas, centrándose en el campo de la recuperación del patrimonio folklórico, pero desde una perspectiva alejada del costumbrismo tradicional.

En 1984 publicó 'Sejos del confinamiento', "un relato de costumbrismo poético y evocador, donde Emilio recoge tanto las formas expresivas populares como el recuerdo de un pasado de añoranza y bucolismo", en palabras del profesor Jesús Lázaro Serrano.