Presentan una reclamación patrimonial por una paciente que quedó en coma tras una operación de cuerdas vocales

La familia de una paciente que ha quedado en coma tras una "simple" operación de cuerdas vocales en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz ha presentado una reclamación patrimonial ante el Servicio Andaluz de Salud (SAS), al entender que existió una presunta negligencia médica.

Según informó hoy en una nota el Defensor del Paciente, cuyos servicios jurídicos defiende a esta familia, la reclamación patrimonial en concepto de daños y perjuicios contra el SAS asciende a los 594.079 euros.

Los hechos se remontan al pasado 30 de septiembre de 2009, cuando la paciente de 60 años, Teresa C.A., y vecina de San Fernando, decidió operarse por segunda vez de las cuerdas vocales, ya que en una anterior operación "no había quedado completamente bien, al quedarle una voz ronca y carrasposa".

Para esta segunda intervención, acudió nuevamente a la consulta de Otorrinolaringología del hospital Puerta del Mar, donde tras realizarle una serie de pruebas, es propuesta para una microcirugía laríngea para extirpación de un nódulo en las cuerdas vocales.

Con carácter previo a la intervención quirúrgica, la paciente puso en conocimiento del anestesista que era hipertensa y que tomaba una medicación para la tensión arterial llamada 'Parapres', "dato este muy importante porque a este tipo de pacientes hay que suspender al menos 24 horas antes de la intervención la ingesta de esta medicación contra la tensión arterial, y sin embargo no se le dijo nada".

Así las cosas, ingresó para la cirugía donde se le instauró la anestesia general para microcirugía laríngea. Durante el procedimiento de inducción a la anestesia y antes del acto iatrogénico, "ya que ni tan siquiera llegaron a intervenirla quirúrgicamente", nada más recibir la inyección de anestesia, y mientras le realizan la hiperextensión del cuello, "le realizan una posición forzada, estrangulándole las carótidas y no percatándose de que se estaba produciendo una hipoxia". Este hecho, relataron, provocó que la situación "se prolongase el tiempo suficiente para causar los daños irreversibles que sucedieron en el cerebro".

Por la falta de oxígeno al cerebro durante un tiempo continuado de dos ó tres minutos por el estrangulamiento de la carótida sucede un episodio de bradicardia extrema con hipotensión arterial.

El anestesista, para cuando se da cuenta de que la paciente ha caído en braquicardia extrema, le da cuatro ampollas de atropina, "que no hacen efecto desgraciadamente porque la paciente era hipertensa y antes de la operación estaba tomando el medicamento 'Parapres' que no le había sido retirado 24 horas antes de la operación, "lo que motiva el segundo fallo". De hecho, dicho fármaco bloquea la capacidad que tiene el Anestesista de combatir dicha hipotensión.

Por todo ello, el Defensor del Paciente consideró que los hechos son "imputables a una mala praxis del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Puerta del Mar".

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