Una mujer de 24 años ha fallecido este miércoles en su domicilio del paseo de las Delicias de Madrid presuntamente a manos de ex pareja, un hombre de 36 años al que la víctima había dejado este martes y que tras apuñalarla ha intentado suicidarse, sin lograrlo. Sería la tercera víctima mortal por violencia machista en Madrid en lo que llevamos de año.

Según ha informado un portavoz de la Jefatura Superior de Policía, los hechos han ocurrido sobre las 10.45 horas, cuando vecinos del inmueble en el que han ocurrido los hechos han avisado de que se había producido un altercado y podría haber una mujer fallecida.

Se trata del piso ubicado en el 4ºD del número 40 del citado paseo, un inmueble de cinco plantas cercano al Metro de Palos de la Frontera. Cuando los agentes han llegado han encontrado fallecida, con heridas de arma blanca, a una mujer ecuatoriana de 24 años, identificada como M.A.F.A., y herido a Jorge Stalin P.M., de 36 años, que también presentaba heridas de arma blanca, probablemente provocadas por la misma arma con la que ha sido agredida la mujer.

El hombre ha sido atendido por el Summa de una herida en el tórax y traslado al hospital 12 de Octubre, donde permanece ingresado custodiado por la Policía, ya que ha sido detenido como presunto autor de los hechos.

Rompieron 24 horas antes

Las primeras investigaciones apuntan a que la mujer rompió este martes la relación que ambos mantenían, y este miércoles el hombre acudió al domicilio de la víctima para recoger sus pertenencias, donde la apuñaló hasta la muerte y luego trató de quitarse la vida. La Jefatura ha confirmado que no existen denuncias previas por malos tratos entre la pareja ni orden de alejamiento.

El Grupo X de Homicidios se ha hecho cargo de la investigación y está tomando declaración a personas allegadas a la víctima, mientras la Policía Científica trabaja en el lugar de los hechos.

Varios vecinos del inmueble han explicado que en ese piso "salían y entraban muchas personas, sobre todo los fines de semana y por las noches" y había "muchísimas juergas y borracheras", pero los vecinos no habían denunciado por miedo a posibles represalias.