De este sondeo, en el que se han analizado los grados de tolerancia y cortesía existentes entre fumadores y no fumadores con el fin de determinar las pautas que rigen las relaciones entre ambos colectivos en la convivencia diaria, se desprende que el 94,6 por ciento de los ciudadanos de la Región de Murcia están de acuerdo con que los fumadores tengan un espacio donde poder fumar.

Así, los indicadores estudiados señalan que la convivencia entre fumadores y no fumadores en la Región de Murcia se rige, como en sondeos similares realizados en años anteriores, por pautas de respeto y tolerancia.

En concreto, el 85,9 por ciento de los no fumadores murcianos asegura no sentirse nada o poco molestos si se fuma en su presencia, mientras que sólo el 28,9 por ciento de los fumadores se ha sentido rechazado en algunas o en muchas ocasiones.

Sólo un 26,3 por ciento de los no fumadores murcianos no va nunca a zona de fumador cuando llega a un restaurante acompañado de fumadores, y sólo un 31,9 por ciento de los fumadores murcianos elige siempre zona de fumadores cuando van acompañados de amigos, familiares o compañeros no fumadores.

La encuesta permite concluir que la prohibición, de entrar en vigor, "lejos de ser una solución incide en una nueva problemática derivada del consumo de tabaco, el cigarrón".

De manera que el 88,7 por ciento de los fumadores murcianos afirma que, en caso de prohibición, "saldrán a la calle a fumar, con el consiguiente problema de desórdenes públicos y molestias a los vecinos, que es uno de los efectos no medidos que traerá consigo esta ley en España de aprobarse".

Además, los fumadores murcianos estarían dispuestos a cambiar su forma de ocio en caso de prohibición. De hecho, un 26,1 por ciento de los murcianos asegura que intentará no ir o irá con menos frecuencia a hostelería si no le dejan fumar, y un 53,8 por ciento directamente optará por quedarse en su casa.

Preguntados sobre si se debería prohibir el consumo de tabaco en lugares públicos, los datos reflejaron que eran partidarios de autorizarlo totalmente o habilitar zonas restringidas.

Como indicadores de respeto pueden apuntarse actitudes como preguntar, en presencia de gente que no fuma, si se molesta al encender un cigarrillo. Un 96,5 por ciento de los fumadores murcianos afirma llevar a la práctica esta pauta de cortesía siempre, casi siempre o alguna vez y un 91,8 por ciento de los fumadores encuestados dice reaccionar cortésmente cuando se le pide que evite fumar.