Borrell pide leyes estables para invertir contra el cambio climático e insta a una "revolución tecnológica energética"

El presidente del Instituto Universitario Europeo, Josep Borrell, instó hoy al establecimiento de un marco regulatorio estable para impulsar las inversiones en iniciativas que luchan contra el cambio climático e insistió en la necesidad "urgente" de una "revolución tecnológica" en el sector energético, "con o sin cambio climático".

En una entrevista concedida a Europa Press, Borrell explicó que es indispensable que se conozcan las "reglas del juego" para que se desarrollen las inversiones pertinentes en la búsqueda de soluciones contra el cambio climático, "para evitar que haya quien deje de invertir ante la inestabilidad normativa". Además, apuntó a la necesidad de una acción política que apueste por las energías eficientes a largo plazo, "aunque en el corto sean más caras, ya que si se deja jugar al mercado se decantará simplemente por lo más barato".

Así, afirmó que las empresas necesitan que los responsables políticos fijen marcos de acción concretos y con incentivos claros. "Con o sin cambio climático, se necesita una revolución tecnológica en la energía, aunque este hecho sea un inductor de urgencia", agregó Borrell, que instó a que Europa se convierta en "ejemplo" de producción sin contaminación.

Borrell, que ofreció hoy una conferencia en la 'Escuela de Energía y Cambio Climático' de la Fundación Focus Abengoa, explicó que la actual coyuntura económica supone una "ayuda" a corto plazo, al existir una necesidad de actuación y de inversiones, "a pesar de que pueda haber menos recursos", para que no existan los "mismos problemas" una vez finalizada la crisis.

En esta línea, dejó claro que la tecnología "no crece en los árboles", sino que es necesario invertir "mucho más" en la sociedad del conocimiento y desarrollar e incentivar a las organizaciones empresariales que comprometen su capital. "Europa tiene un alto nivel de desarrollo científico y académico, pero el mundo aprende muy deprisa y es necesario contrastar la capacidad tecnológica todos los días", matizó el presidente de la entidad europea, que apuntó a las inversiones en universidades, empresas, en el sector del conocimiento y en la aplicación técnica de éste.

También, abogó por la toma de conciencia ciudadana, ya que "ningún Gobierno será capaz de llevar a cabo esta empresa si no cuenta con el apoyo de la opinión pública" y ejemplificó con la necesidad de explicar al ciudadano lo que constituye pagar la energía a un mayor coste ahora y "lo que le va en ello a largo plazo".

"pronto será tarde"

"Si queremos seguir siendo los líderes debemos ser la zona del mundo pionera en nuevas fuentes de energía, en consumo eficiente y en tecnología limpia", señaló Borrell, que insistió en la urgencia de estos desarrollos ya que "pronto será demasiado tarde", porque se están planteando objetivos a 40 años "muy ambiciosos, por lo que no se deben perder las propuestas en discusiones internas, en hacer mucho discurso, mientras los que no hacen esto avanzan más en la práctica".

Recordó que la primera vez que se hizo referencia el ámbito europeo al cambio climático, en el orden del día del Consejo europeo, fue en 1988. Desde entonces, la Unión Europea (UE) asumió un liderazgo "creciente" y que ahora está "puesto en cuestión", según Borrell, ante unos resultados "no esperados" de la Cumbre de Copenhague y la existencia de actores "mucho más proactivos", como Estados Unidos o China. Ante esta situación, indicó que la UE debe reorientar su rol internacional para hacer frente a la nueva situación.

"Hay que predicar con el ejemplo y ser conscientes de que los demás también están tomando decisiones muy importantes, tanto o más como las europeas, donde es necesario un marco regulatorio que permita a las empresas participar activamente en el proceso de descarbonificación de la energía", añadió.

En este sentido, apostó por reducir a cero las emisiones energéticas en un espacio de tiempo relativamente corto para ser más eficientes en uso de energía y mediante fuentes sin carbono, así como el almacenamiento de CO2. "Esto es un desafío para las empresas de tecnología, para los hábitos sociales y de consumo, con marcos de incentivos claros e importantes inversiones", recalcó.

Costes nucleares

Así, apuntó a la búsqueda de fuentes de producción energética sin CO2, con tres ejes como son renovables, nuclear y almacenamiento de carbono. En este sentido, explicó que los costes de la nuclear no disminuirán sus costes, además de contar con posibles problemas de tratamiento de residuos; mientras que el almacenamiento de CO2 constituye por el momento iniciativas de alto coste con un largo proceso aún para su desarrollo.

De este modo, apostó por las renovables como "solución", al contar con un largo recorrido en los que los costes se irán disminuyendo con la evolución del desarrollo tecnológico que ya se está produciendo, además de establecerse como una de las energías con "menos costes negativos".

En este marco, advirtió de que España necesita una política reguladora clara con incentivos suficiente y cuenta a "su favor" con que no ha apostado por la nuclear. Así, Andalucía cuenta con mayores ventajas naturales y dispone de desarrollo tecnológico único en España y con empresas "ejemplo" en este tipo de actividad, como Abengoa.

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