Según informó la Guardia Civil en nota de prensa, unos usuarios alertaron del suceso a los agentes, que se encontraban realizando el servicio de verificación de alcoholemia en el kilómetro 525 de la N- 634.

Los agentes se desplazaron hasta el lugar de los hechos e identificaron a un furgón blanco marca Peugeot, modelo Boxer. Según pudieron ver los agentes, el conductor, que se desplomó sobre el volante, viajaba acompañado de un bebé colocado en un sistema de retención infantil con el arnés de seguridad desabrochado.

Una vez parado el vehículo, el conductor acreditó llamarse J.G.A, y presentaba síntomas de hallarse bajo los efectos del alcohol. A continuación, los agentes lo sometieron a las pruebas de alcoholemia, dando un resultado de 0,76 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

El conductor, no fue capaz de realizar una segunda prueba, ya que tras varios intentos, no pudo insuflar la suficiente cantidad de aire para que el aparato emitiese un resultado. Los agentes le ofrecieron la posibilidad de realizar un análisis de sangre, orina u otro análogo, pero lo rechazó.

Preguntado por la identidad del menor, J.G.A manifestó que era su hijo, pero se negó a facilitar a la Guardia Civil el nombre y el teléfono de contacto de la madre para hacerle entrega del niño. No obstante, puso en contacto a los agentes con una mujer que cuidaba al niño habitualmente.

Una patrulla del Puesto de Navia se desplazó hasta el domicilio de la mujer, identificada como M.C.I.M, que se hizo cargo del menor.