Prisión provisional y sin fianza para acusado de matar a su pareja en Oviedo

El Juez decretó hoy prisión provisional comunicada y sin fianza para el hombre de nacionalidad portuguesa que fue detenido el viernes en Oviedo como presunto autor de la muerte de su mujer de 47 años. El hombre está acusado de un delito de homicidio, sin perjuicio de que a lo largo de la instrucción se pueda modificar la calificación, según informaron fuentes del TSJA.

El detenido pasó hoy a disposición judicial y declaró ante el juez a lo largo de 45 minutos. En su declaración, según las mismas fuentes, el acusado se ratificó "plenamente y punto por punto" en lo que dijo a la Policía y por tanto reconoció ser el autor de los hechos.

En su declaración ante la policía, el detenido, que ya ingresó en la prisión de Villabona, reconoció haber preparado la escena del crimen para hacer creer a los agentes que su pareja, con quien convivía desde hacía cuatro años, se había suicidado.

El Servicio de Atención a la Familia de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, especializado en el tratamiento de la violencia de género y familiar, ha determinado que entre la víctima y el presunto autor del crimen existía una relación de pareja y ambos convivían desde hacía cuatro años. Al parecer, según se desprende de la declaración del detenido, la mujer le había propuesto acabar con esta relación, si bien, él se negaba.

"quería envenenarme"

El hombre, además, estaba convencido de que ella quería envenenarlo, lo que motivó una discusión esa misma mañana, que le llevó a arrojar la comida a la basura. Tras esa discusión, el hombre apuñaló a la mujer y la dejó acostada en el dormitorio que compartían.

A partir de ese momento, preparó una escena destinada a hacer creer a la Policía que la muerte de su compañera se debía a un suicidio. Para ello, entre otras precauciones, le colocó una de sus manos agarrando el cuchillo y en la otra le puso un teléfono móvil.

Finalizado el trabajo, se cambió de ropa y se dirigió a la puerta para salir, si bien se dio cuenta que la llave se había roto dentro de la cerradura. Todos sus esfuerzos para abrir la puerta fueron inútiles.

Tras pasar toda la mañana en el piso, se decidió a llamar a un familiar de la víctima. Ante la ambigüedad de la llamada y el temor de que les hubiera pasado algo, la mujer se trasladó hasta el domicilio, y ante la imposibilidad de abrir la puerta decidió llamar a la Policía.

Cuando se accedió al interior, el hombre hizo entender a los agentes que su pareja estaba en la cama y que ella misma había cogido un cuchillo y se lo había clavado. Sin embargo, la inspección técnico policial llevada a cabo por un equipo formado por miembros especializados en la investigación de homicidios y por la Policía Científica echaron por tierra la tesis.

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