De esta forma, tras una primera visita a Oropesa del Mar, donde la muestra está expuesta en el Centro de Interpretación Naturhiscope hasta el próximo 22 de mayo, la exposición también viajará a Fuenterrobles, Benavites, Aras de los Olmos, L'Eliana, Serra, Alginet, Aielo de Malferit, Ador, L'Olleria y Bocairent.

'Pobles abandonats, pobles en la memòria' es una exposición itinerante, formada por fotografías, documentos, objetos y testimonios, que analiza el éxodo rural y muestra los principales pueblos deshabitados de la Comunitat Valenciana. Cabe recordar que en el conjunto de territorio valenciano hay más de 500 núcleos de población deshabitados.

Esta iniciativa, en palabras de sus organizadores, "intenta revivir esos lugares que estuvieron llenos de vida en algún momento y rescatar la memoria borrada por la despoblación, la construcción de embalses o los fenómenos naturales".

En este sentido, la exposición, que cuenta con el comisario Agustí Hernández, invita a reflexionar sobre las causas que motivan la desaparición de un hábitat, pero también "profundiza y recupera la historia cotidiana de sus habitantes, protagonistas indiscutibles de la historia de un pueblo".

El diseño de la exposición recrea el concepto de aldea con un sistema de cubos modulares distribuidos en la sala de tal manera que el visitante tenga la sensación de pasear por las calles estrechas y tortuosas de un pueblo abandonado.

La muestra 'Pobles abandonats, pobles en la memòria' consta de ocho módulos en los que se explican los distintos motivos del abandono y una escenografía que recrea el ambiente de un pueblo abandonando.

Otro de los atractivos de esta exposición son las 2.200 fotografías de distintos formatos que se encuentran presentas tanto en las paredes de la muestra como a través de soportes interactivos.

La información gráfica que se ofrece incluye indicaciones como la evolución de la población en comarcas como Los Serranos o els Ports, o la ubicación de los lugares deshabitados.

Completan la exposición tres vitrinas y aproximadamente unos 50 objetos de la vida cotidiana de las personas que vivían y trabajaban en estos lugares. Algunos de estos enseres han sido recuperados de núcleos de población que ya no existen o están en ruinas. Por ejemplo, se puede ver parte de la pared de una vivienda situada en el desaparecido pueblo de Loriguilla viejo (Valencia), una bicicleta procedente de Reduela (Castellón), o el diario escolar de una persona que emigró de una masía de Llucena (Castellón), entre otros.