En un comunicado, el sindicato señaló que "las masas de agua no se ajustan a los límites administrativos", por lo tanto, "ninguna comunidad autónoma puede aprobar una reserva, puesto que puede impedir que se mantenga la totalidad de la masa en toda su extensión", apuntó.

Según CCOO-PV, "esta reserva condicionará la aplicación de los Planes de Cuenca del Júcar y del Segura, en proceso de elaboración; los Planes de Cuenca tienen como objetivo prioritario garantizar el buen estado ecológico de los ríos". Al respecto, indicó que "la reserva aprobada puede obstruir una distribución de los recursos que tenga en cuenta como prioridad frenar el deterioro de los ríos".

El sindicato manifestó que esta actitud de "tira y afloja" entre autonomías "implica negociar los recursos hídricos sin tener en cuenta su sostenibilidad ambiental de la que depende el presente y el futuro de las actividad económicas y productivas".

Intereses políticos

La formación sindical instó a las administraciones a que "no conviertan la gestión del agua en una guerra de intereses políticos al margen de los intereses ambientales de los ríos, de los usos ciudadanos del agua y de las actividades productivas que puedan desarrollarse sin sobrepasar sus capacidades".

Asimismo, declaró que la Directiva Marc de l'Aigua (DMA) continúa sin aplicarse "en toda su dimensión en la demarcación del Júcar, víctima de un atraso de dos años causados por la pelea política por los recursos del río entre administraciones del PSOE y del PP. Un atraso que también que también ocurre en la cuenca del Segura, víctima de la sobreexplotación".

Por ello, CCOO-PV urgió a la aprobación de los Planes de Cuenca de acuerdo con los objetivos y exigencias de la DMA, de forma que estos dos ríos "prioricen los usos ambientales con el fin de conseguir un buen estado cualitativo y cuantitativo de sus aguas y de las masas de agua que alimentan la Albufera de València y todos los marjales costeras del País Valencià".