Se trata de una réplica "exacta" del regalo que se le hizo en su día a la reina Isabel II por su estancia en Cantabria para inaugurar dicho proyecto, que recoge imágenes de la comarca y del tren, algunas de ellas en tres dimensiones. El ejemplar original se encontraba en el Palacio Real y lo ha rastreado el periodista Carlos Báscones.

El consejero de Industria, Juan José Sota, subrayó que ahora, con el próximo inicio de las obras, el Gobierno central "retoma el impulso decidido" por el ferrocarril y confió en que tras la firma el próximo viernes del convenio para la reordenación del frente marítimo, el próximo acuerdo con el Estado será el de la integración ferroviaria, que se encuentra "muy avanzado".

Por tanto, con esta publicación se pretende, por un lado, "recuperar la memoria sobre la gran tarea colectiva" de la llegada del ferrocarril a Cantabria y, por otro, "conmemorar el inicio de la nueva gran obra del siglo XXI", que "va a abrir grandes oportunidades al futuro" de la comunidad autónoma.

Sota defendió que el Gobierno de España está dando "pasos firmes" en la alta velocidad a Cantabria, e incidió en que la línea Palencia-Santander "es una realidad", después de que esté adjudicado el primer subtramo, Palencia-Amusco, y que "próximamente" se haga lo mismo con Amusco-Marcilla de Campos, y de ahí a Villaprovedo. en total, serán 60 kilómetros con una inversión de 211 millones de euros

El titular de Industria subrayó que la llegada del tren a la comunidad en el siglo XIX fue un "acontecimiento decisivo para incorporar a Cantabria a la modernidad", provocando, por ejemplo, que llegaran a la región "nuevas corrientes de pensamiento" que modificaron las tradicionales. Por tren también llegó por primera vez la fotografía a Cantabria, añadió.

Para Sota, con el AVE en la comunidad sucederá igual que cuando el ferrocarril llegó a Cantabria en el siglo XIX, iniciándose los trabajos desde Alar del Rey a Reinosa, y de ahí a Santander.

El libro

El periodista Carlos Báscones explicó que el libro, del que se han editado 150 ejemplares, tiene 197 páginas con imágenes que se encontraban en el Archivo Real del Palacio, y añadió que se complementa con una investigación sobre la historia del ferrocarril en Cantabria, desde sus inicios hasta la actualidad.

La publicación recoge 37 imágenes y también una caja con 48 fotografías estereoscópicas, una técnica que consistía en "fundir" dos imágenes sobre la misma escena, pero tomadas desde ángulos diferentes y con dos objetivos. Al contemplarlas así, daban "sensación de relieve", como si fueran "de tres dimensiones", según explicó Sota.

En este libro, se ha introducido una "innovación" y, para lograr el mismo efecto de la estereoscopia, se han creado "anaglifos", con lo que si se ve la imagen como si fuera una única ilustración valiéndose de unas gafas específicas de colores, se logra la "ilusión óptica que permite disfrutar de vistas en tres dimensiones".

En las imágenes se pueden ver máquinas de vapor, escenarios de la comarca como el puente de Celada-Marlantes o personajes como el cura de Cervantes. Fue un regalo que se hizo en su día a la reina Isabel II.