Colombo no está en paro

Trabajar en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, montar un gabinete de detectives o dedicarse a la seguridad privada son las salidas de estos estudios de tres años, que en la Universidad pública cuestan 721 € por curso y en la privada 3.800.

Los profesionales más demandados son los detectives. En el Col·legi Oficial de Detectius Privats de Catalunya reconocen que «falta mucho personal». En este sector aún no saben lo que es el paro.

¿Los futuros horatio caine y Alexx Woods?

Carmen Valero

1º de Ciencias Criminológicas, 28 años

«Ya estoy terminando la carrera de Derecho y he decidido matricularme en esta diplomatura porque me he empeñado en ser policía científica. Reconozco que veo la serie de televisión CSI, pero siempre me ha interesado saber el porqué de las cosas. En mi clase superamos la treintena  y las chicas somos mayoría. También son mayoría los que quieren ser policías científicos en el futuro. Para conseguirlo hay que hacer una oposición: es duro pero está claro que vale la pena».

Diego Chacón

2º de Ciencias Criminológicas, 20 años

«Me apasiona esta profesión desde siempre, pero el auge  de series de televisión como CSI ha sido el detonante de estos estudios. Cuando me diplome quiero ser detective privado y tengo claro que para dedicarse a eso hay que ser muy observador y perspicaz. Esta tarde hemos estado haciendo prácticas de detective, que consisten en perseguir a alguien por las calles de Madrid. Los profesores nos dan  la descripción física y vamos en grupos de seis alumnos».

Marta De Frutos

1º de Ciencias Criminológicas, 20 años

«Todavía no he decidido si seré detective privado o policía científica, porque con la diplomatura del Instituto de Estudios Tecnológicos Profesionales del CEU podemos optar a cuatro salidas profesionales. Lo más duro es tener que estudiar Derecho. Este oficio me ha llamado la atención desde pequeña, confieso que las series de televisión no me han influido. Mis amigas se quedan bastante alucinadas cuando se enteran de lo que estudio, pero es vocacional».

 

Mª Luisa González detective privado

«Si persigo a alguien en el barrio de Salamanca me disfrazo de pija»

Los 300 detectives privados con licencia de la Comunidad de Madrid trabajan desde el pasado septiembre para constituir un colegio oficial, como los de Cataluña y  la Comunidad Valenciana.

¿Por qué desean colegiarse?

Para evitar el intrusismo y para que se nos reconozca como profesionales.

¿Cómo llegó a ser detective?

Por casualidad, empecé a colaborar con abogados y me dijeron que era buena.

¿Lo de ser una Hércules Poirot se lleva en los genes?

Para seguir a alguien hay que ser muy rápida e intuitiva.

¿Qué trabajitos le encargan?

Casos de acoso laboral o escolar, asuntos de espionaje industrial o competencia desleal y bajas laborales ficticias. También investigamos concursos y quiebras empresariales falsas. Lo que menos, temas de infidelidad.

¿Se disfraza a menudo?

Debo ser discreta, me visto de acuerdo con el lugar en el que estoy para no llamar la atención. Si persigo a alguien en el barrio de Salamanca me disfrazo de pija.

¿Tienen permiso de armas?

No, nuestras únicas armas son las cámaras de fotos y  de vídeo.

¿Gana mucho?

A partir de 50 € la hora. Por la noche cobramos más.

¿Lo mejor y peor del oficio?

Lo peor es que no tenemos horario y lo mejor que no sufrimos problemas de paro.

¿Cómo llevan sus hijos lo de tener una madre detective?

Sus compañeros me miran como si fuese un personaje de película. El detective tiene mucha leyenda.

Bio

Tiene 46 años y dos hijos. Es economista,  perito en Criminología y detective. De niña leía Los siete secretos.

M. S.