Todo ello le sirve a la compañía Animalario, dirigida por Juan Mayorga y con un texto de Alberto San Juan, para subir al escenario Hamelin, un relato sobre la culpa colectiva y su castigo; sobre un niño y su ciudad.
La narración tiene un enfoque dramático en el que también está presente el humor. De fondo se encuentra la parte de culpabilidad de una sociedad que mira y no ve, que oye pero no escucha, que habla pero no denuncia.
Escenografía
La representación sube al escenario con todos los recursos teatrales disponibles y con escenas cargadas de un realismo abrumador que provoca que el espectador no pueda quedarse indiferente ante lo que le están contando. Sin iluminación, sin escenografía y sin vestuario, Hamelin carga sobre las espaldas de los actores todo el peso del guión. Con ello deja al espectador que aporte los elementos que completan la visión de la obra de teatro.
Con una narración casi cinematográfica, propone un punto de vista diferente, en el que el último paso es la reflexión de la persona que se encuentra sentada en la butaca y que no deberá salir de la sala sin decidir qué posición pretende tomar en la sociedad. La de mero observador o la de participante.
* Sala Ambigú. Mañana y el domingo, 20.30 h.6,50 euros.
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