La directora general de comercio y Consumo, Silvia Ordiñaga, indicó que el consumidor debe conservar los folletos informativos "para poder estudiar todos los aspectos del servicio contratado y el precio total del viaje que va a cerrar". Los folletos se consideran parte del contrato por lo que se recomienda que se guarde el folleto hasta finalizar el viaje para poder exigir las condiciones pactadas a la agencia en caso de incumplimiento.

Según la directora general de Comercio y Consumo, "también es importante llevar una fotocopia del contrato durante el viaje para poder resolver cualquier contratiempo que surja en el mismo lugar en que se produzca". Además, el consumidor debe saber que puede concertar con las agencias diferentes tipos de contratos como son los servicios sueltos, los programas de un día o los viajes combinados.

Asimismo, Ordiñaga explicó que la agencia de viajes sólo podrá modificar los precios contratados cuando esta posibilidad se incluya en el contrato, pero nunca podrá hacer la revisión al alza en los 20 días anteriores a la salida del viaje.

En el caso en el que sea es el consumidor el que anula el viaje, se le devolverán las cantidades entregadas, pero se le descontarán los gatos de gestión, los de anulación, si existen, y una indemnización para la agencia de viajes que variará en función de la fecha en la que se anule.

Del mismo modo, si el consumidor tuviera algún tipo de incidencia durante su viaje, debe comunicar sus quejas a la agencia lo antes posible y si no se resuelven de forma inmediata, el perjudicado podrá cumplimentar la correspondiente hoja de reclamaciones que le deberá facilitar la misma agencia.

Viajes fuera de españa

La directora general recordó que si se opta por salir del país, "es conveniente tener información relativa a la documentación que se requiere, la normativa para divisas, las condiciones sanitarias, vacunas necesarias, de seguridad y teléfonos de interés como el de la Policía y la Embajada o Consulado de España en el país de destino".

También se aconseja que el consumidor se informe de las diferentes alternativas de traslados desde las estaciones o aeropuertos hasta el lugar de alojamiento, ya que los servicios públicos son en muchas ocasiones más baratos y cómodos.

Silvia Ordiñaga también indicó que el consumidor que haya elegido alojarse en un apartamento debe firmar un contrato inicial del que es imprescindible conservar una copia para que sea posible reclamar. Asimismo, destacó que los apartamentos turísticos deben cumplir unas normas mínimas en función de su categoría, y añadió que en la publicidad deberán aparecer claramente los servicios incluidos.

En el transporte aéreo, manifestó que, en caso de 'overbooking' —venta de más plazas de las que admite un avión—, la compañía aérea debe indemnizar el viajero. En caso de pérdida o deterioro del equipaje, el usuario deberá comunicarlo a la compañía y poner la denuncia en el momento que surja la incidencia y, preferentemente, antes de salir del aeropuerto, para reclamar posibles indemnizaciones.

Respecto a los hoteles, en la mayoría de los países no existe una clasificación oficial de establecimientos hosteleros por lo que, además de fijarse en las principales características de los alojamientos ofertados, es necesario fijarse en el nivel de comodidad de las habitaciones.