La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a un total de 23 años de prisión y a pagar una multa de cinco millones de euros a los ocho integrantes de una banda organizada dedicada al tráfico y venta de estupefacientes en la provincia de Almería entre 2002 y 2003 entre los que se encuentra como uno de los 'cabecillas' Italo D'Amico, hijo del empresario Giuseppe D'Amico que fue asesinado en 2006 en un cortijo de la localidad almeriense de Pechina.

Según indica la sentencia de la Sección Primera a la que tuvo acceso Europa Press, que contempla el atenuante de dilaciones indebidas muy cualificadas, D'Amico junto con uno de sus socios adquirían sustancias estupefacientes, principalmente cocaína, en el mercado ilícito para su distribución en la provincia.

Para este cometido, se servían de un tercero que, a cambio de una cantidad indeterminada de dinero, transportaba en su vehículo la droga previa transacción entre los vendedores y los procesados, si bien, éste "no llegó a tener conocimiento exacto de la cantidad que transportaba" pero sí de la naturaleza y peso aproximado de la mercancía.

Así, una vez en posesión de la cocaína, que en el caso de concierte supera los 13 kilogramos, los promotores de la empresa contactan con otra cuarta persona conocedora de la sustancia para que se encargue de guardar y custodiar la misma, así como de entregar cantidades parciales para su venta a otros tres implicados que se dedican al tráfico ilícito minorista.

La actividad, que se prolongó hasta febrero de 2003, se interrumpió cuando otro de los encargados de transportar la droga en su vehículo "inquietado por el contenido del encargo que cumplimentaba y por la duración del mismo", decide contactar con otro de los acusados de forma que realizan un plan para deshacerse de parte de las sustancia y quedarse con tres kilos de cocaína.

De esta manera, decidieron reservar, por un lado, tres kilos de la sustancia en un camino de invernaderos de La Gangosa, en Vícar (Almería), mientras que, por otra parte, cargaron los diez kilos restantes en el maletero del vehículo que abandonaron en un "lugar apto para ser hallado sin dificultad" y posteriormente acudieron a la Comisaría Nacional de Policía para denunciar "falazmente" que les habían sustraído el vehículo a punta de pistola.

A raíz del hallazgo del vehículo por parte de los agentes y la intervención de la cocaína que había en el maletero del vehículo, los agentes hallan los otros tres paquetes ocultos y detienen a los involucrados en la trama al establecer las relaciones existentes entre ellos que fueron ratificadas por las declaraciones de los propios acusados.