Logroño registraba a 1 de enero de 2010 un total de 152.834 habitantes, 94 menos que los que había en la misma fecha de 2009, debido al descenso en el número de ciudadanos inmigrantes, 301 menos. Así figura en la Memoria de Estadística del Ayuntamiento logroñés, que hoy presentaron el portavoz municipal, Vicente Urquía, y la concejala de Estadística, Sara Alba.

Urquía incidió en que, por primera vez en la historia de la ciudad, Logroño "pierde habitantes porque los inmigrantes se van", 301 menos en el último año, "porque, debido a la crisis, vuelven a sus países, queda por ver si se trata de una tendencia que se mantiene a lo largo del tiempo".

En total, la capital riojana registra 22.311 extranjeros, un 14,67 por ciento sobre el total de la población logroñesa, lo que supone que ha bajado un 0,19 por ciento con respecto al porcentaje que suponía la población extranjera en 2008.

Sobre nacionalidades, y con respecto a los datos de 2007, se mantiene el número de ecuatorianos, colombianos y bolivianos, en torno a las 2.000 personas de cada país, mientras que suben los marroquíes (+250), pakistaníes (+300) y, sobre todo, los rumanos, cuyo número sube en 600 personas, hasta alcanzar casi los 6.500 ciudadanos.

La presencia de inmigrantes en Logroño incide, sin embargo, en aspectos como el cambio de viviendas, "que, dada la situación, debería cambiar, pero que sube, por la elevada movilidad de los extranjeros", o en la mayor presencia de mujeres, "que cada vez tienen más peso, hasta ser, en total, un 0,6 por ciento más con respecto a las registradas el año pasado".

Según detalló Alba, del total de la población logroñesa a 1 de enero, un 48 por ciento, 73.952, son hombres, frente al 52 por ciento, 78.882, son mujeres. En cuanto a la distribución por grupos de edad, el más numeroso es de la menores de 18 años, con 26.976 personas, mientras que el que cuenta con menos gente es el que tiene edades comprendidas entre 41 y 50 años, con 23.826 personas.

Sin embargo, Urquía señaló, tomando como base los datos de 2007, el grupo de menores de 18 años son los que tienen menor peso en la ciudad, y se incrementan sólo un 0,38 por ciento, mientras que el conjunto formado por las personas entre 51 y 64 años y los mayores de 65 años suponen más de 50.000 personas, "y van tomando más peso cada vez, medio punto más en los dos últimos años".

Sobre los nacimientos, el portavoz señaló que "la crisis también afecta", ya que se registraron el año pasado 75 nacimientos menos que en el ejercicio anterior, "incluso entre la población inmigrante" que, si en 2008, registró 350 nacimientos, bajó a 318 nuevos niños en el año pasado, es decir, 32 menos, un 21 por ciento de descenso.

Crecimiento vegetativo.

El crecimiento vegetativo de la ciudad, pese a todo, fue positivo en 376 personas, con 1.526 nacimientos frente a 1.150 defunciones. En cuanto a la población por distritos, el más poblado es el centro, y el de menor número de habitantes, el distrito norte, con 5.160 personas. La calle con más personas empadronadas de la ciudad es la calle Huesca, con casi 4.000 habitantes.

Respecto a las altas en el padrón, se registraron 8.048, frente a las 9.421 del año 2008; en las bajas, el año pasado hubo 7.826, por las 6.593 que se registraron en el ejercicio 2008.

Urquía señaló, en este sentido, que hay muchos casos de extranjeros que se dan de alta en el padrón "y luego, cuando se van, no se dan de baja", por lo que aumentan los casos de preavisos de bajas por caducidad -hasta 3.500- y las bajas por este mismo motivo, de 720 a 1.119.

El portavoz municipal también incidió en las altas de fincas y viviendas "que fueron el año pasado mucho menores que en ejercicios precedentes, debido a la crisis", con lo que pasaron de 3.686 a 2.164. Además, se ha frenado, también por el parón en el precio de la vivienda, el traslado de logroñeses a pueblos del entorno: en 2009, vinieron de otros municipios 1.986 personas, y salieron de Logroño un total de 1.824 ciudadanos.