La cultura popular dice que las armas las carga el diablo. Pues el diablo acudió a una boda celebrada en la localidad rusa de Astrakhan, al sur del país.

Tras el banquete uno de los invitados decidió animar la fiesta con lo que consideró una simpática broma: jugar a la ruleta rusa, según informa el Daily Mail. El hombre sacó una pistola automática (en la ruleta rusa se usa un revólver) y apretó el gatillo con el arma pegada a su sien. Tras su hazaña pidió un voluntario para continuar con el juego.

El siguiente en probar no tuvo tanta suerte y se descerrajó un tiro en la cabeza, ante el horror de los recién casados y de los invitados a la boda. La bala era de goma, y aunque no murió, se encuentra en estado muy grave y sufre serios daños cerebrales.

Ahora, el dueño del arma y autor de la "broma" está detenido. El invitado aseguró que no esperaba que eso ocurriera, que tan sólo quería hacer un truco divertido, por el que esperaba recibir muchos aplausos. Insistió en que había descargado el arma antes de los hechos.

La ruleta rusa se inventó durante la Rusia Zarista, en la que los carceleros introducían una sola bala en un revólver y obligaban a los presos a apretar el gatillo uno por uno, mientras los guardias hacían apuestas sobre quién moriría.