La concentración comenzó pasadas las 13.00 horas, convocada por la Plataforma de Ciudadanos y Asociaciones para Salvar la Bahía de Castro Urdiales. Durante la misma, que según la organización congregó a unas 1.200 personas, se expusieron paneles informativos acerca del proyecto y se leyó un manifiesto en el que se afirma que éste es "una frivolidad, tan absurda como innecesaria", que además "amenaza" el mar y la bahía, es decir, la "seña de identidad" de Castro.

En el acto también se leyeron varios escritos redactados por personas de distintas edades y profesiones, todas ajenas a la vida pública, que mostraron desde diferentes puntos de vista los motivos de su rechazo al proyecto que pretende "imponer" el Gobierno de Cantabria, así como su deseo de que se lleve a cabo la consulta popular solicitada al respecto por el Ayuntamiento de la ciudad.

Especialmente emotiva resultó la lectura de un mensaje de apoyo y ánimo a la plataforma remitido por Cristina Argenta en nombre de la familia del insigne músico castreño, donde las menciones al emblemático apellido familiar fueron recibidas con aplausos de los asistentes.

No obstante fue la lectura del 'Manifiesto para salvar la Bahía de Castro Urdiales' por parte de dos jóvenes miembros de la Plataforma, la que arrancó más aplausos que interrumpieron en numerosas ocasiones su lectura. El acto concluyó entonando el Canto a Castro.

En una primera valoración, miembros de la Plataforma se mostraron "satisfechos" de la asistencia y participación así como de los apoyos recibidos, y anunciaron su intención de continuar informando a la ciudadanía castreña del proyecto de puerto deportivo. Además, insistieron en la necesidad de llevar a cabo una consulta popular sobre este asunto "de tan especial trascendencia y calado, que condiciona el presente y el futuro de la ciudad".

En el manifiesto se denuncia que, de llevarse a cabo, la construcción tendrá como consecuencias que se cubra más de la tercera parte de la lámina de agua, que pasará a estar ocupada "en buena parte" por hormigón; se cerrará la bocana del puerto; se destruirá el ecosistema del roquedal costero que se ubica a lo largo del paseo marítimo; y se ocupará uno de los campos de regatas, además de que se "privatizará" este espacio público y la gestión del puerto deportivo, lo que encarecerá los amarres. "Este macro-proyecto, valorado en 27 millones de euros, ni siquiera supondrá una inversión pública en Castro Urdiales, ya que se pretende que su construcción sea financiada por la empresa constructora a cambio quedarse con la gestión del puerto y del aparcamiento durante 40 años", señala el manifiesto.

La plataforma propone, como alternativa, "una reordenación de la bahía respetuosa con su idiosincrasia, con el medio ambiente, y con un modelo de gestión sostenible y accesible a las economías de los usuarios del puerto". Además, anuncia en el manifiesto que estudiará si es preciso emprender acciones judiciales así como que continuará trabajando para conseguir la consulta popular.