Los taxistas de Palma consideran que su situación actual es "terrorífica", al haber experimentado en poco más de un año un descenso en su facturación que alcanza hasta el 40 por ciento, a pesar de que "sólo están circulando la mitad de los taxis en cada turno", por lo que aseguran que "muchos no aguantaremos otro invierno como este", a menos que durante la próxima temporada alta experimenten un repunte notable de actividad que les permita equilibrar las pérdidas actuales, algo que "no nos parece muy halagüeño", afirmaron.

Así lo manifestaron, en declaraciones realizadas a Europa Press, portavoces de las tres principales patronales de este sector en la capital balear, que expresaron su preocupación por la continuidad de esta actividad, aunque no se consideran la "cola del león" en comparación con otros gremios, donde los cierres empresariales ya están teniendo lugar, según expuso el presidente de la Asociación Sindical de Autónomos del Taxi de Mallorca, Biel Moragues, que situó el descenso "entre el 35 y el 40 por ciento", un dato que recogido por los profesionales a través de mediciones realizadas con dispositivos GPS.

Por su parte, el presidente de la Asociación Patronal de Autotaxi, Tomeu Ferriol, estimó en 400 los coches que se deberían retirar de la circulación, porque "en verano nos podemos defender mejor, pero el invierno es horroroso", porque "hay exceso" de unidades. Porque, a pesar de que se trata de una actividad que está muy regulada, "la situación es caótica y hay demasiados taxis en la calle", lo que ha forzado que este año no se hayan incrementado las tarifas, explicó su homólogo de la Federación del Taxi de Pimem, Emiliano Suárez.

A este respecto, Moragues apuntó que la mala situación del taxi también se percibe en el hecho de que "las licencias han caído más de 120.000 euros en un año y pico", situándose su precio final en torno a los 150.000 euros, cuando habían llegado a estar en 270.000 euros. Si a ello se le suma que "en los últimos 11 años se han traspasado la mitad" de ellas, el resultado es que la mitad de los taxistas de la ciudad está pagando una licencia que ahora vale casi la mitad que cuando la adquirieron, un problema añadido a la larga lista que afecta a este colectivo.

Y que, al menos para el 50% de los profesionales se agrega al gasto medio que implica mantener un taxi, que las patronales evalúan en unos 1.400 euros al mes sin incluir las reparaciones, y que se reparte entre la compra del vehículo, la contratación de seguros, el autónomo, las tareas de mantenimiento y el combustible, que supone cada vez una partida más onerosa —el barril de Brent está actualmente en torno a los 80 dólares— en su cuenta de resultados. Si además deben pagar una licencia, los gastos fijos alcanzan los 2.500 euros mensuales.

Así, lo que le queda a un taxista de Palma limpio, al menos en invierno, son entre 30 y 40 euros al día, porque los costes suponen 50 euros y lo que factura a lo largo de una jornada se sitúa "entre los 70 y los 80 euros, a base de esforzarse mucho" y realizar jornadas que rara vez se sitúan por debajo de las 14 horas. Todo ello para "salir con mil euros y poco de paga" mensual, lamentó Biel Moragues, que la consideró una cantidad "ridícula", si se tiene en cuenta que estos profesionales deben adquirir un vehículo que cuesta alrededor de 20.000 euros y hacerse con una licencia, sólo para empezar a trabajar.

Rescate de licencias

En opinión del veterano transportista "hay un excedente de taxis brutal, creo que no deberían circular más de 300 coches a la vez y, si no se logra una potenciación del uso de este servicio público importante, que yo veo complicada, la situación del sector en el futuro deberá pasar por un acuerdo de rescate de licencias", lo que supondría pasar de los 1.245 vehículos dedicados actualmente a esta actividad a "entre 900 y 950", según estimó el presidente de la Asociación Sindical de Autónomos del Taxi de Mallorca.

Además, los taxis de Palma están ocupados por clientes tan sólo el 25 por ciento del tiempo que circulan, a causa de la crisis, lo que supone un "agujero" económico que estos profesionales no pueden mantener abierto, puesto que, "de cada cuatro horas que rodamos, tres vamos de vacío", apuntaron los representantes del gremio, que recordaron que "eso no se puede repercutir" en el ticket de las carreras que sí realizan. Una situación que se paliará, si como reclaman al Ayuntamiento, se habilitan paradas para el 50% de la flota.