El obispo destaca la importancia "del buen ejemplo" de sacerdotes o consagrados para suscitar vocaciones

La Iglesia de Cantabria celebra este fin de semana el 'Día del Seminario' con el lema 'Una vida apasionante'

El obispo de Santander, Vicente Jiménez, ha presentado una Carta pastoral en la que destaca la importancia "del buen ejemplo", especialmente, de sacerdotes y personas consagradas, porque "el testimonio suscita vocaciones", y subraya que "es necesario crear una cultura de la vocación" en las parroquias y en las comunidades cristianas.

Monseñor Jiménez Zamora ha elaborado esta pastoral con motivo de la celebración este fin de semana, en la Diócesis de Santander, del tradicional 'Día del Seminario', que este año se celebra bajo el lema 'Una vida apasionante'.

En su carta, titulada 'El sacerdote, testigo de la misericordia de Dios', el Obispo recuerda "la importancia de las vocaciones" porque sin sacerdotes la Iglesia no podría cumplir su misión. En esta línea señala que la actual crisis de vocaciones es "una especie de travesía del desierto que constituye una verdadera prueba en la fe, tanto para los pastores como para los fieles".

Para Monseñor Jiménez, la escasez vocacional es fruto de "muchas causas reales de tipo demográfico, económico, social, cultural e institucional, pero también "responde a deficiencias y omisiones en nuestra vida cristiana y en nuestra pastoral", apostilla.

Ante esta situación de crisis, "en vez de ceder al desaliento, tenemos que afrontar el desafío con firme esperanza sostenidos por la fuerza del Señor, y promover una pastoral vocacional con nuevo vigor y decidido compromiso por parte de todos los miembros de la Iglesia", precisa Monseñor Jiménez.

En su escrito, el prelado resalta también que la vocación sacerdotal "es un don de Dios" para toda la Iglesia y para "la misma sociedad que debemos acoger con agradecimiento", pero recuerda que el deber de fomentar las vocaciones afecta "a toda la comunidad cristiana, la cual ha de procurarlo, ante todo, con una vida plenamente cristiana".

Monseñor Jiménez concreta que la responsabilidad de las vocaciones recae "especialmente en el obispo, en los sacerdotes y en las familias". Así ,"el signo de un presbiterio diocesano unido", que vive la "fraternidad sacerdotal y la comunión con su obispo", es siempre "una llamada" para las vocaciones sacerdotales, y agrega que "es necesario crear una cultura de la vocación" en las parroquias y en las comunidades cristianas, recalcó.

En su amplia Carta pastoral, el obispo de Santander igualmente destaca la importancia del buen ejemplo porque "el testimonio suscita vocaciones", sobre todo del que viene de aquellos que ya son sacerdotes o consagrados, puesto que "su buen ejemplo puede suscitar en otros el deseo de corresponder con generosidad a la llamada de Cristo".

Monseñor Jiménez recuerda también que las vocaciones surgen "ordinariamente en el seno de familias cristianas", porque la familia es "como un primer Seminario".

En esta línea resalta que actualmente "algunos padres de familia, aún siendo buenos cristianos, no quieren enviar a un hijo al Seminario", pero "si Dios llama a algún hijo para ser sacerdote, los padres deben respetar la vocación, como respetan otras opciones legítimas de sus hijos". Los padres -agrega- "deben saber que Dios puede colmar de felicidad el corazón de sus hijos, porque la vida sacerdotal es bella y apasionante, aunque sea un camino difícil y sacrificado".

Seminario de corbán

Este curso se preparan en el Seminario Diocesano de Monte Corbán un total de 12 seminaristas, distribuidos en seis cursos de formación. Además, la colecta de las misas de esta jornada irá destinada al seminario, como ya es costumbre.

Por su parte, en el nuevo Seminario Menor en Familia o Preseminario, hay 10 jóvenes que cultivan la semilla de la vocación sacerdotal. Su cometido es el de acompañar a aquellos chicos que muestren "inquietudes por descubrir si el Señor les llama a ser sacerdotes el día de mañana", indicó el Obispado. Este nuevo Seminario pretende ofrecer un "ambiente juvenil, un microclima", en el que "resulte fácil vivir y madurar" la vocación. La clave de esta maduración es "la amistad con Jesús".

En la Jornada anual del Día del Seminario, la Iglesia invita "a pedir al Señor que envíe pastores según el corazón de Cristo Buen Pastor, y solicita a los fieles oraciones por las vocaciones".

El equipo responsable del Seminario Diocesano de Monte Corbán está formado por el rector, Juan José Valero, al que acompañan como director Espiritual Francisco Palma y como Formador Juan Abad Zubelzu, e Isidro Pérez López, este último como jefe de Estudios.

El Seminario Mayor dispone de un Centro de Estudios en el que los alumnos se preparan durante seis años para después ejercer el ministerio sacerdotal.

"Se intenta preparar a estos jóvenes con una adecuada formación espiritual, humana y también intelectual para que los nuevos sacerdotes, sean luego capaces de responder a los retos del hombre de hoy; que sepan dar ejemplo y testimonio con sus vidas".

Actualmente en la Diócesis de Santander el número de sacerdotes es de 320, entre sacerdotes seculares y religiosos con cargo pastoral. El número de parroquias es de 615.

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