El Gobierno catalán ha aprobado una línea de ayudas a los municipios afectados por la nevada que colapsó Catalunya el 8 de marzo en forma de subvenciones para la limpieza de bosques y planes ocupacionales y formativos, según ha anunciado el conseller de Obres Públiques i Política Territorial, Joaquim Nadal.

Asimismo, Nadal ha revelado que el presidente catalán, José Montilla, ha hablado por teléfono en las últimas horas con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien ha acordado aplicar a los afectados por el temporal las ayudas previstas por la ley de catástrofes naturales.

La ley de medidas urgentes para paliar los daños producidos por los incendios forestales y otras catástrofes naturales contempla ayudas directas, beneficios fiscales, laborales, créditos preferenciales y un compromiso de inversión de las administraciones públicas, que deberá concretarse, en la recuperación de las zonas afectadas por las catástrofes.

Esta nueva normativa estatal permite una mejora en los beneficios fiscales para las personas, las explotaciones y las actividades agrarias afectadas, lo que permite una mayor reparación de los daños.

Tanto Nadal como los consellers de Interior y Economia, Joan Saura y Antoni Castells, comparecerán a petición propia en el Parlament para explicar la respuesta del Govern ante el temporal.

El gobierno catalán ha asumido que, pese a que el servicio eléctrico ya se ha restablecido en casi toda Girona, la red eléctrica funciona "en precario", por lo que ha exigido a Fecsa-Endesa que mantenga los generadores hasta que sea necesario y así garantizar las campañas de Semana Santa y verano.

Por su parte, el conseller de Medi Ambient, Francesc Baltasar, ha cifrado en 120.000 las hectáreas de bosque arrasadas por el temporal de nieve, de las que el 80% (unas 100.000) se concentran en la demarcación de Girona. Por ello, se establecerán ayudas para planes de ocupación locales con el fin de limpiar los bosques y se subvencionarán a ayuntamientos y propietarios forestales privados para dar prioridad a la recuperación de los daños en puntos sensibles de cara a la campaña de incendios, como caminos rurales y cortafuegos, así como para retirar ramas y árboles caídos en ríos y rieras.