Obispo de la Diócesis de Cartagena tacha la ley de "moralmente inhumana, una cosa monstruosa" sin justificación

Asegura que como murciano le duele que se pretenda eliminar el Tajo-Segura, y que pedir agua una región que no tiene "no es ningún delito"

El obispo de la Diócesis de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, afirmó que cuando se habla de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), conocida como Ley del Aborto, "hay que ponerse serio, porque es una realidad bastante complicada", dado que es referirse a una ley "moralmente inhumana, una cosa monstruosa" de la que dijo no ver "justificación de ninguna forma".

Así de contundente se mostró Lorca Planes, en una entrevista concedida a Europa Press, al referirse a esta ley, aprobada a finales del pasado mes de febrero en el Senado y que cuenta con el rechazo de la Conferencia Episcopal Española y de la sociedad española, que salió a la calle clamando su derogación.

A tenor de las manifestaciones que se desarrollaron en varias ciudades españolas, el obispo de la Diócesis murciana solicitó que el Gobierno de la nación escuche a la sociedad, puesto que "si hay leyes para proteger las palmeras y árboles protegidos a los que no se debe de atentar, por qué no puede haber una ley que respete la vida de la persona", cuestionó.

Y es que, a su juicio, "no tiene mucho sentido el hecho de que se dictaminen leyes contra el nacimiento de una persona, especialmente sabiendo y científicamente demostrado que un médico tiene la idea de que en el mismo momento de la concepción ya hay vida humana".

De hecho, puntualizó, "el ADN de una persona que comienza a nacer es distinto al del padre y la madre, es un ser humano pero que aún no ha visto la luz".

Es por ello por lo que dijo desconocer las razones por las que el Estado la ha sacado adelante, porque es una ley, insistió, que "convierte el aborto en un derecho, algo contrario a la serena visión de las cosas, a la normalidad de vida".

"La ley es más antinatalista, que discrimina incluso a los médicos y rompe la conciencia de las personas al atentar contra su vida", sentenció el obispo de la Diócesis de Cartagena, quien consideró que para un cristiano y creyente, atendiendo a su formación, la vida humana "debe ser respetada y protegida de una manera absoluta desde el momento de la concepción".

Lorca Planes, que subrayó que "nadie tiene derecho a atentar contra la vida de una persona", puso de manifiesto que esta ley también es contraria a lo que promulga la Constitución Española; razón por la que pensó que "aunque se busquen todas las justificaciones o argumentaciones que quieran para adornarlo, no es sostenible".

Agua y crisis de valores

En esta entrevista, monseñor Lorca Planes también habló del recurso natural del agua; un recurso, dijo, que "hay que saberlo administrar porque es un bien de todos". Por contra, argumentó que con motivo de las lluvias caídas estas semanas en la Región, "la polémica no está demasiado viva".

Pese a esta situación, reclamó que este bien "se administre con cabeza y no buscando intereses egoístas, sino la solución de los ciudadanos"; una responsabilidad que, a su juicio, recae sobre los gobernantes, que son los que han de buscar el que "todos tengan las mejores condiciones de vida".

Asimismo, opinó que "el pedir agua una región que no tiene, como Murcia que la necesita, no es ningún delito", al tiempo que señaló que como murciano que es, le duele que se contemple eliminar el trasvase Tajo-Segura, tal y como se recoge en el Estatuto de Castilla-La Mancha.

"Sobre todo, me duele cuando no se llega por sendas de diálogo a acuerdos que benefician a los ciudadanos", lamentó Lorca Planes, quien abogó porque se busquen soluciones "antes de que el agua se vaya al mar".

Por otro lado, el obispo de la Diócesis de Cartagena aludió a una "crisis de criterios fundamentales de vida, una crisis de valores", dado que son tiempos "difíciles", y que achacó al relativismo y el secularismo, en el sentido de que se configuran como "dos elementos que están afectando a la manera de pensar y reaccionar de nuestros ciudadanos, sean de España o de cualquier otro país".

En consonancia con esta idea y preguntado sobre la polémica generada estos meses por la retirada de los crucifijos en los colegios, así como del Cristo de la pedanía murciana de Monteagudo —esta última reclamación realizada por un grupo de juristas liderado por el abogado José Luis Mazón—, Lorca Planes consideró que "hay cosas que se entienden todavía menos".

Y es que, explicó, "en China en este momento, que no es un país católico, se respetan los signos que hay de otras épocas y no se atenta contra ellos". La razón, a su juicio, es porque "la historia también tiene datos objetivos que, nos gusten más o menos, son fruto de la historia".

El Anfiteatro o el Coliseo de Roma son otro de los ejemplos a los que hizo alusión, recordando que en este último espacio "murió mucha gente, también cristianos, y es un signo no solo de muerte, sino que la historia ha dejado y que no me molesta ver", al igual que "el Santo Cristo que aparece en Río de Janeiro, punto de atracción para mucha gente, incluso para los no cristianos".

Un planteamiento de temas, en definitiva, "para ver un poco donde buscar las cosquillas"; sin embargo, puntualizó, "hay temas en los que uno tiene que saber que está en una cultura cristiana y que más en nuestra nación, cultura y región deben haber signos de más de 2.000 años". "Otra cosa, apuntó, es que tomes determinaciones que sean injustas, atenten contra los demás".

Visita del papa,

Para actualizar las razones de fe

Otro de los temas sobre los que se pronunció Lorca Planes, a preguntas de Europa Press, fue el referente a la visita que el Papa Benedicto XVI realizará a Santiago de Compostela el 6 de noviembre y al día siguiente a Barcelona.

Esta noticia, que se conoció la pasada semana, fue recibida por el Obispado de Murcia como un "motivo de alegría y gracia", ya que "ayudará a todo el mundo y servirá para actualizar las razones de nuestra fe, tanto de las Diócesis que recibirá como a los que iremos a esos lugares a mostrarle nuestro cariño".

Lorca Planes, quien no ocultó su deseo de que el Papa estuviera en todos los "rincones" de las diócesis, reconoció la dificultad de ello, porque "lleva consigo un despliegue que desborda nuestras posibilidades en este momento y hay que ayudarle a que las visitan sean felices y no agobiarlo".

Por esta razón, desde el Obispado murciano no se baraja enviar ninguna petición al Vaticano para que el Papa incluya en su agenda la visita a Caravaca, con motivo de la celebración del Año Santo Jubilar 2010 porque, "aunque es conocedor de ello, estas visitas están muy pensadas y medidas y no se hacen fruto de una emoción; sino que lleva tiempo de reflexión y preparación".

No obstante, Lorca Planes declaró que "si hay oportunidades y es posible, y el Papa hace ademán de ampliar esto de alguna manera, el primero que se presentaría sería yo" pero, recalcó, "presentarlo en estas condiciones no lo haré".

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