Según informó la Subdelegación del Gobierno en una nota, el pasado miércoles una llamada alertó de la presencia del cetáceo varado en la playa, comunicando el hecho de inmediato a los agentes de la patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Garrucha, quienes acudieron al lugar, activando a la vez el protocolo de actuación para varamientos de animales marinos.

Una vez en la playa de Macenas, los agentes con ayuda de un voluntario realizaron con "extremo cuidado" maniobras para devolverlo al mar, consiguiéndolo en primera instancia. Tras esta labor, los agentes se quedaron en la playa a la espera de comprobar que el delfín tomaba dirección a aguas abiertas, comprobando hora y media mas tarde que volvió a quedar varado, debido probablemente a las fuertes corrientes localizadas en la zona.

En ese momento la Guardia Civil, junto con un vecino que permaneció en todo momento en apoyo de los agentes, procedieron a la ubicación del cetáceo en la orilla, de forma que no sufriera daños, manteniéndolo húmedo constantemente.

Después recibieron el apoyo de personal técnico de la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Almería, quienes estabilizaron al delfín, trasladándolo a continuación hasta el vehículo que habían desplazado a la playa, el cual contaba con un pequeño tanque, con la intención de trasladar al cetáceo hasta el Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas (Crema) de Málaga.RECOMENDACIONES

Por otra parte, la Subdelegación del Gobierno detalló que en el tiempo transcurrido entre el varamiento y la llegada de personal especializado, hay una serie de acciones que pueden ir desarrollando los voluntarios con el fin de prevenir mayores daños y mantener al animal lo más confortable posible.

Entre ellas destacó que en primer lugar se debe notificar el varamiento al Centro de Recuperación de la zona, a través del teléfono de emergencias de Andalucía (112), autoridades locales o Guardia Civil. Evitar situaciones que puedan aumentar el estrés del animal, evitando aglomeraciones de personas a su alrededor, ruidos estridentes, luces intensas, animales domésticos y cualquier manipulación innecesaria.

Asimismo, al animal varado sólo lo atenderán el número de personas estrictamente necesario. Si es posible, debe mantenerse al animal en el agua, sosteniéndolo siempre con las manos en la zona ventral del animal, con una mano por delante de las aletas pectorales y otra por detrás de éstas. Evitar igualmente hablar, toser, estornudar sobre el mismo, y no inhalar el aire espirado por el cetáceo.