La joven, de origen español y con antecedentes policiales, está acusada de un robo con fuerza en grado de tentativa. La Policía recibió un aviso sobre las 16.00 horas para que se presentara en un concesionario donde se estaba produciendo un robo.

Una vez allí, vieron que la alarma estaba disparada, y cuando estaban inspeccionando la parte trasera del local observaron que la joven intentaba escabullirse de ellos, por lo que le identificaron.

Los agentes, al realizar una inspección en el lugar, observaron dos coches abiertos y su interior revuelto, aunque no se llegó a sustraer nada. Como consecuencia, detuvieron a la joven, que luego pasó a disposición judicial.