Así lo explicó Fontecha a raíz de su participación en la jornada sobre 'Igualdad en la Negociación Colectiva', que organiza UGT Asturias en el marco de las actividades programadas con motivo del día internacional de la mujer trabajadora.

Acompañada por la secretaria de igualdad y política social de UGT Asturias, Clara Casiano, Fontecha aseguró que, a través de las jornadas, el sindicato ha querido poner "un especial énfasis" en reconocer los avances logrados en los últimos años gracias a la aprobación de la ley orgánica para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

Sin embargo, también quiso recordar que "son muchos los retos por alcanzar", así como que "todavía hay un largo trecho ante la igualdad real y la formal".

La secretaria para la Igualdad Confederal hizo especial mención al actual momento económico, algo que, según explicó, "no se puede obviar en el día de la mujer trabajadora". El hecho de que la crisis, continuó, "afecta más en términos absolutos a los trabajadores hombres", aunque la tasa de paro femenina sigue siendo mayor que la masculina, "ha hecho que tengamos una visión opaca de cómo la crisis está afectando de forma desigual a trabajadores y trabajadoras".

En este contexto, la negociación colectiva tiene "un importante papel", según señaló Fontecha durante su intervención. También aprovechó para destacar el diálogo con la patronal llevado a cabo recientemente, que se centraba en una doble finalidad: hacer cumplir los convenios colectivos paralizados para hacer efectivos los incrementos salariales pactados, y establecer una línea de actuación del año 2010 al 2012 que estableciera un panorama de lo que supone la negociación colectiva.

Asimismo, Almudena Fontecha aseguró que los sindicatos pusieron de manifiesto que la negociación no podía saldarse sin que se tratara la igualdad de oportunidades que establece la ley, y que las empresas deben cumplir.

En este sentido, precisó que "aunque ha habido avances", la situación laboral de la mujer sigue siendo "peor que la del hombre". Las trabajadoras son menos contratadas, y además, la duración de sus contratos es menor, apuntó.

Esto se une a una doble situación que afecta de manera más pronunciada a las mujeres. Por un lado la brecha salarial, que en España se sitúa en un 26 por ciento, tratándose de trabajos de igual valor. Y por otra parte, la brecha en las responsabilidades familiares, que "lastra las oportunidades de igualdad en el trabajo".

Para salvar estas dificultades, Fontecha explicó que es necesario que "se cubran las necesidades de todos y todas". Esto derivaría, según dijo, en "el crecimiento y la eficiencia de las empresas que aprovechen el talento de las mujeres".