La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, aseguró hoy que Europa está en un momento "crítico" y que las decisiones que se tomen a corto plazo "condicionarán el futuro", tanto en el ámbito económico como de la ciencia y la innovación, ya que ésta no podrá mantener su liderazgo "sin innovación y unidad de acción".

La titular de Innovación realizó esta afirmación en su intervención en el foro 'The Policy Makers and Practitioners', enmarcado en la Conferencia Europea sobre el I+D Empresarial (Concord 2010), en la que también estuvieron presentes la comisaria de Investigación, Innovación y Ciencia de la UE, Maire Geoghegan-Quinn; el Premio Nobel de Economía 2007, Eric S. Maskin; y los consejeros de Presidencia y de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila y Martín Soler, respectivamente.

"Se trata de una urgencia, un mensaje de contundencia, porque una sociedad basada en el conocimiento no es una opción para Europa entre muchos escenarios posibles, sino que es la única salida sostenible para el desarrollo futuro", sentenció Garmendia, quien advirtió de que Europa necesita "duplicar" su velocidad para mantenerse a la cabeza, algo que "es posible", como ha demostrado España "al recuperar posiciones en el ránking mundial y ocupar el noveno puesto en producción científica, triplicando sus recursos públicos para estas acciones".

En este sentido, mencionó que en 2025 los países europeos no estarán entre los diez más poblados del mundo y Asia superará a Europa como primer exportador mundial, según un estudio de la Comunidad Europea, una situación ante la que "si no existe una respuesta rápida" el 20 por ciento de la ciencia será producida por China e India en el citado periodo.

En este marco, Garmendia apuntó al Espacio Europeo de Investigación (ERA, por sus siglas en inglés) como respuesta europea al "desafío existente ante la necesidad de cambiar el ritmo, un ritmo que no podrá cambiar con la actuales gobernanza y nivel de recursos, sino con la unidad de acción". Así, marcó como ejes de la Presidencia Española de la UE la integración del espacio único; la implicación de todos los agentes, "pasando de la reflexión a la acción"; y la inclusión social mediante la investigación.

Explicó que tan sólo el cinco por ciento de la financiación disponible para I+D+I en Europa procede de las arcas comunitarias, principalmente a través del VII Programa Marco. "La creación de un verdadero espacio único no es posible por mucho que se optimice el uso de ese cinco por ciento, por lo que es necesario avanzar en modelos de cooperación desde políticas regionales y nacionales que permitan incrementar el porcentaje de los recursos que incorporan una perspectiva europea en diseño y gestión", precisó.

Garmendia también abogó por la movilidad investigadora, la simplificación burocrática y la apuesta por involucrar en mayor medida a las pymes en las actividades de I+D, "incorporando la innovación especialmente a las pymes de sectores tradicionales como ventaja competitiva, al ser las empresas más castigadas por la crisis".

Carencia financiera

En este contexto, advirtió de que Europa y, especialmente, España cuentan con una "carencia" como es un entorno financiero que favorezca la innovación. "Se necesitan más instrumentos y desarrollar de forma contundente el capital riesgo para permitir a las pymes consolidarse en el camino internacional", insistió la ministra, que avanzó que a nivel europeo también existe la intención de implicar al Banco Europeo de Inversiones (BEI) en estas acciones.

Por otra parte, destacó el papel andaluz en el impulso de la innovación y recordó que, "ante la caída de ingresos de las administraciones publicas, comprometer una subida de inversión cercana al diez por ciento es una señal evidente de la necesidad y la oportunidad que supone las actividades de ciencia para la recuperación económica".

"actitud valiente"

Por su parte, la comisaria de Investigación, Innovación y Ciencia de la UE, Maire Geoghegan-Quinn, insistió en la importancia de la I+D para la "prosperidad social" y esperó que el nuevo plan de I+D europeo estará desarrollado antes del verano, momento en que se enviará al Consejo Europeo. "Necesitamos una actitud valiente, que cada región realice más innovaciones y que existan más empresas y más jóvenes que hagan innovación en Europa", recalcó.

Geoghegan-Quinn apostó igualmente por un área europea de investigación única para que la tecnologías y los investigadores circulen "libremente", apostando por proyectos como 'Clean Sky' o por sectores como la nanotecnología y la biotecnología.

"No se puede tener éxito sin la comunidad internacional y Europa tiene menos empresas en sectores intensivos de I+D y menos emprendedores jóvenes que se puedan convertir en el futuro en jugadores globales", resaltó la comisaria europea, quien abogó por eliminar barreras de entrada, el aumento del mercado de capital riesgo y la redirección de la industria hacia áreas más dinámicas.

Por último, insistió en la necesidad de mejorar la formación para adaptarla a las peticiones empresariales y agilizar la financiación para hacer llegar el dinero deforma sencilla para evitar desanimar a las pymes". "Se trata de una agenda ambiciosa que requiere el impulso de todos y movilizar tanto recursos propios como privados", concluyó.

Extensión de patentes

En este marco, el Premio Nobel de Economía 2007, Eric S. Maskin, instó a analizar la extensión de las patentes a sectores que actualmente no cuentan con esta protección por el riesgo que podría producirse de generar monopolios o ser contraproducente para áreas donde la innovación es secuencial, es decir, que los siguientes desarrollos dependen de las primeras investigaciones, como es el caso de la informática.

Según explicó, "no se trata de sugerir que se deshagan los derechos de patentes ya otorgados, pero sería necesario pensarlo dos veces antes de aplicarlo a sectores donde existe alta secuenciación, ya que llevará a generar una sola innovación en vez de las múltiples que se podrían crear sin esa protección". Así, añadió que los titulares de las patentes pueden establecer un "monopolio" con tarifas de licencias altas, lo que provocaría que se bloquearan otras investigaciones para otros interesados al no ser rentable.

"Los investigadores pueden salir perdiendo con las patentes", concretó Maskin, que reconoció que hay grandes innovaciones que no se hubieran desarrollado sin protección, como es el caso de la industria farmacéutica, ya que se expondría al desarrollo de "copias, con la consiguiente pérdida de ingresos y caída de rentabilidad.

Más agilidad y participación

El consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, insistió en la necesidad de impulsar la internacionalización y la tecnología para procurar el aumento del empleo de alta cualificación y de las empresas de base tecnológica. Así, abogó por seguir profundizando en este desarrollo aportando más flexibilidad, agilidad administrativa y un aumento de la participación en las convocatorias europeas.

En este sentido, recordó que los centros tecnológicos andaluces han atraído inversión para sus actividades por valor de 150 millones de euros y que la Comunidad pasó de contar con una sola 'spin off' surgida de la Universidad en 2001 a las 121 actuales, registrando el mayor incremento nacional.

Además, destacó la apuesta realizada por la Comunidad, cuyo Ejecutivo ha aumentado un diez por ciento las inversiones en I+D con el objetivo de desarrollar iniciativas para alcanzar la convergencia, unas iniciativas para las que reclamó una mayor participación empresarial.