Para la entidad, esta decisión de la secretaria autonómica de Educación, Concha Gómez, de aplicar un "tratamiento lingüístico diferenciado" a esta alumna "atenta contra el desarrollo normal del uso del valenciano en la enseñanza", idioma que, "año tras año, encuentra muchos impedimentos por parte de la administración valenciana", lamentó.

En la misma línea, consideraron que esta "cesión a las pretensiones del padre está fuera de lugar" porque "contradice la legislación vigente, como incluso ha reconocido la Conselleria". Además, sostuvieron que es "un ejemplo más de la dejadez de la administración, que se salta su propia normativa".

La organización sindical explicó que los centros docentes aplican los programas lingüísticos acordados por el Consell Escolar y autorizados por la Conselleria de Educación, que son conocidos por los padres antes de matricular a sus hijos. Por tanto, calificó como "inadmisible" que "con el curso empezado se plantee cualquier exención y, todavía peor, que la Conselleria lo apoye", subrayó.

"La Conselleria de Educación —prosiguieron— en lugar de atender las demandas de la mayor parte de la comunidad educativa de fomentar la enseñanza en valenciano, catalogar los puestos de trabajo de Secundaria en valenciano, ampliar la oferta en la ESO y en las enseñanzas no obligatorios o fomentar el valenciano en sus planes plurilingües, cede a las exigencias de un solo padre", censuraron.