Confirman seis años de prisión al árbitro que abandonó a dos pasajeros que murieron en un accidente

La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la pena de seis años de prisión a Adrián G.B., el árbitro de fútbol que a finales de 2006 abandonó a dos de los pasajeros que llevaba tras sufrir un accidente de tráfico después del cual los dos jóvenes fallecieron y que no fueron encontrados hasta el día siguiente.

La sentencia le condenaba a cuatro años de prisión por dos delitos de homicidio imprudente en concurso con otros dos de conducción temeraria y de lesiones imprudentes.

Y sumaba otros dos años de prisión por un delito de omisión del deber del socorro, ya que el condenado no informó de estos dos ocupantes que llevaba en su vehículo, que salieron despedidos del mismo y no fueron encontrados hasta el día siguiente, cuando ya habían fallecido.

A la sentencia inicial del Juzgado de lo Penal número 2 de Santander se presentaron recursos por parte de los familiares de los fallecidos, que se estiman en parte, y del acusado, que se rechazan.

Ahora la Sección Tercera de la Audiencia cántabra decide incluir en las indemnizaciones el pago por parte del condenado de las costas de las acusaciones particulares, que el Juzgado de lo Penal había excluido alegando que habían realizado peticiones fuera del marco legal y sin fundamentar.

Y añade que en las indemnizaciones, que ascienden a casi 160.000 euros, deberá declararse el pago de forma solidaria y conjunta tanto al acusado como a la aseguradora, mientras que el fallo inicial condenaba al pago de la responsabilidad civil a la compañía.

Así, el fallo de la Audiencia Provincial de Cantabria estima en parte los recursos de las acusaciones particulares y revoca la sentencia del Penal número 2, pero lo hace sólo en lo relacionado con el pago de las responsabilidades civiles y las acusaciones particulares, manteniendo lo demás, es decir, la pena de seis años de prisión.

Esta sentencia recupera el relato de los hechos. Al circular el condenado por la autovía S-10 a la altura de las marismas de Alday, bajo los efectos del alcohol, lo hacía a 150 kilómetros por hora al llegar a una zona en la que estaba limitada a 80.

Entonces, se vio sorprendido por la presencia de otros usuarios en la vía, e intentó sortearlos, invadiendo el carril izquierdo y adelantando e incrementando la velocidad. Al dar un volantazo, perdió el control del vehículo, y atravesó la calzada, recorriendo 25 metros sin tocar el suelo, dando media vuelta de campana y desplazándose por el aire otros 5,40 metros.

En el coche viaja el copiloto, y en la parte de atrás dos jóvenes, de 26 y 19 años, que salieron despedidos ya que no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Uno de ellos falleció en el acto, y el otro sin que se pudiera precisar la hora de la muerte.

En cualquier caso, Adrián G.B. ocultó a las autoridades que viajaba con estos dos ocupantes, lo que impidió que fueran auxiliadas por los sanitario. No fue hasta el día siguiente al siniestro cuando se encontraron sus cuerpos.

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