A la reunión asistieron los tres colectivos de inmigrantes magrebíes de Salt —el formado por los jóvenes, Al Hilal y Magrebins per la Pau—, representantes de la Federación de Entidades Culturales Catalanas de Origen Marroquí y de la Unión de Centros Islámicos de Catalunya, así como mediadores del consistorio y el diputado socialista Mohamed Chaib.

A la salida de la reunión, de una hora y media de duración, un representante del colectivo de jóvenes, Abderaman Boughassal, dijo que quieren que se "calmen los ánimos" y señaló que los controles policiales harán que "crezca el odio".

Recordó que la inmigración trae "muchos beneficios", como el contacto entre culturas, y expresó que no quieren más problemas, aunque se mostraron "indignados". "No podemos más", remarcó.

Sostuvo que a los que roban "que los cojan, cambien la ley para que puedan enviarlo a su país", pero dijo que los controles policiales "a los que paran son a la gente honrada que trabaja". Afirmó que han decidido no manifestarse para no crear "más tensión" en el municipio, pero pidió que cesen los controles policiales.

El diputado Mohamed Chaib dijo que en la reunión los jóvenes explicaron que se sienten presionados por la policía. "Todos están con la policía, pero no hay que mezclar inmigración y delincuencia", ya que esta última "no tiene fronteras", subrayó.

Chaib explicó que los jóvenes magrebíes quieren trabajar con los vecinos por la convivencia. El diputado pidió más recursos para ayuntamientos como el de Salt, con un alto porcentaje de inmigración porque si no "habrá un futuro complicado".

Finalmente, el mediador cultural del ayuntamiento, Andreu Bover, afirmó que con la reunión se ha conseguido el objetivo de recoger las propuestas de los inmigrantes jóvenes, que se sienten "menospreciados y muy controlados".