Los residentes en el número 4 de la calle Eduardo Torres, en la barriada sevillana de Regiones Devastadas, sobre cuya vivienda pesa una orden de desalojo por su mal estado tras el derrumbe de un falso techo de escayola en uno de los domicilios, han desconvocado el acto de protesta que iban a llevar a cabo, consistente en una acampada en la cercana plaza de Ruperto Chapí, al conseguir que la empresa municipal de la vivienda (Emvisesa) les haya ofertado pisos más cercanos a su zona.

El portavoz de los afectados e hijo del matrimonio en cuya vivienda se produjo el incidente inicial, Manuel Romero, indicó a Europa Press que a esta conclusión se ha llegado tras una reunión mantenida entre la representación legal de los vecinos y el secretario general de Emvisesa, Eduardo Barrera.

"Se ha conseguido que el Ayuntamiento dé marcha atrás", resumió Romero, señalando que para los futuros desalojados del inmueble —el plazo para ello expira el 4 de marzo— se han ofertado viviendas cercanas a Viapol y a Kansas City, entre otros lugares, mientras que a aquellos residentes que insistían en permanecer en su zona se les están buscando viviendas en alquiler.

No obstante, el portavoz vecinal criticó, respecto a la actuación mantenida por el Consistorio para con sus padres, que después de la orden del desalojo "en vez de visitarlos e interesarse por su estado de salud, como dependientes que son, se les ha retirado la auxiliar de ayuda a domicilio por el estado de peligro que presenta el piso"

Romero criticó este extremo, señalando que el Ayuntamiento, a su juicio, debería haber hecho apuntalar o hacer los arreglos más urgentes en el domicilio hasta la fecha en la que se produzca el desalojo.

Oxidación de la armadura

Según ya indicaron a Europa Press fuentes municipales y vecinales, el desalojo de personas y enseres de las 17 viviendas y un local comercial se producirá después de que los informes de Bomberos y del Servicio de Control de la Edificación hayan detectado una oxidación de la armadura —lo que hace que pierda capacidad de resistencia y podría provocar la rotura del forjado de la cubierta— y filtraciones por las lluvias, lo que se suma al mal estado de conservación de la vivienda.

En este sentido, el gerente de Emvisesa, Juan Carlos de León, indicó a Europa Press que el edificio, que tras el desalojo será clausurado, pasará a ser demolido en el presente mes de marzo junto a otros inmuebles previstos en la barriada, tal y como ya se avanzó.

De León, en este sentido, reivindicó la rápida actuación de la administración, ya que "inmediatamente después de conocer el informe hemos convocado a los vecinos afectados, pues a pesar de que Emvisesa no es el propietario sí está al frente de la gestión".