Según se explica en la sentencia, hecha pública hoy, los hechos sucedieron a mediados del pasado año. El hombre, R.E.P.R., en situación ilegal en España y con orden de expulsión desde junio, concertó con personas no identificadas recibir en su vivienda de Santander un paquete postal con cocaína.
Sin embargo, los funcionarios de Vigilancia Aduanera del aeropuerto de Madrid, al detectar el paquete el 29 de agosto, lo punzaron para aplicar un reactivo y detectaron la presencia de la droga. En vista de ello, se solicitó una autorización judicial para realizar una entrega controlada del paquete.
Dicha entrega se realizó el 2 de septiembre y en el momento de la recogida el acusado se identificó con una cédula de vecindad de Guatemala a nombre de otra persona pero con su foto.
En el posterior registro de la vivienda se encontró una papelina de cocaína, una balanza de precisión, 141 euros, varios teléfonos y tres documentos oficiales, auténticos pero manipulados, que llevaban su foto con el nombre de otras personas. En concreto, el acusado, de origen colombiano, tenía la cédula de vecindad de Guatemala, así como un pasaporte y una cédula de vecindad colombianos a nombre de otra persona.
La Audiencia considera estos hechos como un delito de tráfico de drogas y otro de falsedad documental. Por el primero de ellos fija una condena de cinco años de cárcel y multa de 25.000 euros; y por el segundo impone seis meses de prisión y otra multa de 900 euros.
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