Orlando Zapata, encarcelado desde el año 2003, inició el pasado 3 de diciembre de 2009 una huelga de hambre en la cárcel de Kilo 8, en Camagüey, para reclamar que se le tratara como "preso de conciencia", condición que se le había reconocido por Amnistía Internacional.

Para el Director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo todas las personas, presas o detenidas, independientemente de la condición y los motivos de encarcelamiento, deben tener reconocidos todos los derechos fundamentales y el respeto íntegro de los derechos humanos.

Rafael Palacios expresó, en una nota de prensa, su condena a la muerte de Orlando Zapata y destacó que hechos como este ponen de manifiesto que "es indispensable mantener un trabajo constante y permanente de denuncia sobre la vulneración de los derechos humanos que sufren los presos y presas en todas las cárceles del Mundo".