Pocos se salvan del temor: ¿seré yo el siguiente en ser despedido?, ¿perderé poder?, ¿tendré menos influencia? Pero esto no es más que el crecimiento de un sentimiento habitual en el ser humano. Todos sentimos miedo alguna vez, y profesionalmente, también, aunque en este terreno haya unos pocos que se salven. No obstante, estos últimos sienten sus temores en otros ámbitos, como, por ejemplo, el sentimental.

La autora de Héroes cotidianos (Planeta), Pilar Jericó, empeñada en la buena causa de que descubramos el valor que llevamos dentro, nos desvela cuál es el mayor miedo que culturalmente tienen los españoles en el ámbito laboral: el rechazo. Si bien ahora éste ha sido solapado por otro de los cinco grandes miedos que enumera: el de no llegar a fin de mes. Quedarse sin trabajo, fracasar y perder poder y/o influencia son los tres otros grandes temores.

Según la psicóloga M.ª Jesús Álava, existe otro a tener muy en cuenta: que no te valoren, y señala que es precisamente la falta de valoración el principal motivo de desmotivación. "De hecho, hemos incrementado las consultas por este motivo hasta en un 40%". Añade la psicóloga uno más, en alza a causa de la crisis: el miedo a que empiecen a hablar mal de ti. "Hay personas que han empezado a hablar mal de compañeros, llegando incluso a mentir, para intentar así hacerse imprescindibles de cara a los jefes". Y esto está sucediendo hasta en lugares donde había buen ambiente.

Plan de ataque

La pregunta resulta inevitable: ¿hay plan de ataque o es mejor evitar los miedos y las inseguridades? "La evitación y la negación sólo conducen a aumentar los temores". El plan de ataque, según Jericó, empieza precisamente por ahí: por reconocer que tienes miedo. Después has de reconocer que también tienes una parte positiva con la que ponerle resistencia al miedo: iniciativa o capacidad de adaptación o flexibilidad. Debes entonces confiar en estos valores y potenciarlos todo lo que puedas.

Una vez reconocido lo anterior, hay que salir de la situación de confort y preguntarse ¿qué es lo peor que me puede pasar?, y desde ahí crear un plan de acción. Nos da Pilar Jericó un ejemplo de cómo empezar a pelear los miedos: "Si te ruborizas cuando te expones, entonces proponte pequeñas exposiciones. Tal vez el rubor no cese, pero sí el miedo al rubor". La seguridad es, finalmente, la conquista.

En esta guerra a la "loca de la casa" tal vez nos sirva la recomendación literaria que nos hace Pilar Jericó: El hombre en busca del sentido, de Viktor Frankl, y Descontrólare, de Xavier Guix. Inevitable, dado este último título, preguntárselo: ¿y si nos descontrolamos, es ésa una forma efectiva de afrontar los miedos? "Es una opción: descontrolarse y dejar de dar vueltas a la cabeza. Atreverse a ser uno mismo".

Tres claves

Creer en uno mismo: En estos momentos de crisis, es fundamental que no pierdas la confianza en ti mismo. Para ello debes mejorar tu control emocional, de modo que consigas mantener la calma.

Tener una actitud activa: Es ahora, según la psicóloga y experta en temas laborales, Mª Jesús Álava, cuando tienes que demostrar que eres insustituible.

Mantener un buen ánimo: En relación con el equipo de trabajo debes poner mucho empeño en tener una buena relación. "Van a caer antes los más individualistas que los que tengan una actitud abierta, faciliten el buen ambiente y sean flexibles", señala Álava.