En su intervención, el presidente de esta organización, José Manuel López Tellada, destacó que la leche producida en la comunidad gallega está a la altura de "cualquier productor europeo" desde las perspectiva de los parámetros higiénicos y bacteriológicos.
Así, apuntó que la base de la producción láctea gallega es la forrajera, que, a su juicio tiene una mejor aceptación por parte de los consumidores. En esta línea, puntuó con un "notable alto" la leche gallega al justificar que no le daría un diez porque "hay capacidad para mejorar".
López Tellada consideró que los principales inconvenientes de los ganaderos gallegos para elaborar una "buena leche" son la falta de base territorial de las explotaciones y las deficiencias estructurales de éstas últimas. En concreto, señaló la necesidad de impulsar procesos de concentración parcelaria para paliar las dificultades derivadas de la microparcelación de la superficie agraria útil.
Pese a advertir de que estos "condicionantes" no merman la calidad de la leche, recordó que los técnicos aconsejan que una vaca consuma entre 21 y 22 kilos de materia seca al día para producir de una manera eficaz, por lo que instó a alcanzar ese objetivo para mejorar el rendimiento de las cabezas bovinas.
Marca para diferenciar la leche gallega
Por su parte, el director xeral de Produción Agropecuaria, José Álvarez Robledo, reiteró en estas jornadas el compromiso de la Xunta de "ayudar a valorizar" la leche gallega y diferenciarla "convenientemente", en referencia a la marca que prevé crear la Administración gallega con este objetivo.
En concreto, precisó que la finalidad de la Consellería de Medio Rural es distinguir aquella materia prima que supera los estándares de calidad medios de la Unión Europea
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