La Guardia Civil inicia las charlas a los hosteleros para la prevención de la delincuencia

El 12% de los delitos contra el patrimonio cometidos en 2009 fueron contra establecimientos de hostelería

El Teniente Coronel Jefe de Operaciones de la Guardia Civil de Cantabria, Juan Arias, se reunió en la tarde de ayer en la localidad de Santillana del Mar, con hosteleros de esa zona, informándoles sobre la situación actual de los hechos delictivos contra sus negocios, así como las medidas que se pueden tomar, tanto desde las fuerzas de seguridad como desde los propios hosteleros para atajar este problema.

A esta primera charla, que tendrá continuidad los próximos días 18, 23 y 25 de febrero en Castro Urdiales, Santoña y San Vicente de la Barquera, asistieron también el presidente de la Asociación de Hosteleros de Cantabria, Emérito Astuy, así como responsables de la Guardia Civil en esa zona.

La Delegación del Gobierno y la Guardia Civil llegó a un acuerdo con la Asociación de Hosteleros para impartir una serie de consejos de seguridad para este colectivo, con el objetivo de intentar hacer disminuir los robos en estos establecimiento.

En primer lugar, se explicó a los hosteleros presentes en la sede del salón de actos de la Oficina de Turísmo de Santillana del Mar, la situación nacional de la delincuencia en los establecimientos hosteleros, un problema "global" que "no es exclusivo de Cantabria" y en el que la comunidad autónoma es la seguda con menos incidencia dentro de los seis grupos en los que se han englobado todo el país.

Asimismo, Arias señaló que se están reforzando con efectivos del Grupo Rural de Seguridad (G.R.S.) de la Guardia Civil, con base en León, unidad especializada en seguridad ciudadana, los lugares de mayor incidencia.

Según detalló, en torno al 12% de los delitos contra el patrimonio cometidos en el año 2.009, fueron cometidos contra los establecimientos de hostelería.

De la experiencia adquirida por la Guardia Civil, el Teniente Coronel afirmó que la mayor parte de los hechos contra establecimientos de hostelería fueron utilizando la fuerza en las cosas para entrar en los locales, forzar las máquinas del establecimiento o utilizando la picaresca, siendo "excepcional el uso de la violencia en las personas",,

Dentro de las formas de fuerza utilizadas más habitualmente por los delincuentes, además de abordar directamente las cerraduras de las puertas de los establecimientos, están los butrones tanto en paredes como tejados, rotura de ventanas sin protección, rotura o fuerza en rejas, alunizajes, etc.

El responsable de la Guardia Civil incidió en lo "complicado" que resulta la adopción de medidas preventivas "eficaces" por el "gran número" y la dispersión de establecimientos hosteleros en Cantabria.

Esta dispersión unida a la procedencia de los delincuentes (más de la mitad de los detenidos procedentes de comunidades limítrofes y el 85% de nacionalidad extranjera), dificultan la labor de investigación, afirmó.

Para mejorar en gran parte estas dificultades, además de aumentar los esfuerzos de la labor policial en seguridad ciudadana, aumento de patrullas, identificación de vehículos y personas sospechosas, se hace necesario contar con la colaboración ciudadana, que pueden facilitar datos de gran valor para la prevención e investigación de hechos delictivos.

Consejos de seguridad

Por otro lado, para aumentar la seguridad se dieron nociones de seguridad pasiva, como las relativas a las condiciones de iluminación del establecimiento, tanto interior como exterior, la existencia de persianas o verjas resientes a cortes, puertas con cerraduras de seguridad y antiatracos, sistemas de alarmas y cámaras de videovigilancia, etc.

Otra medida recomendada es la discreción, para lo que se aconseja no ofrecer información de movimientos financieros, reducir al mínimo el dinero en metálico en cajas registradoras, depositándolo frecuente en entidades bancarias, en diferentes horarios, evitando la rutina y utilizando diferentes rutas cuando se realiza el tránsito del dinero para su intreso.

De igual forma, las cajas registradoras deben de estar iluminadas y ser fácilmente visibles desde el exterior, dejándolas abiertas antes de cerrar el establecimiento, a la vista y vacías. Esta misma recomendación se puede hacer para los cajetines de las máquinas recreativas.

Estas y otras medidas fueron planteadas por el Teniente Coronel Airas, que finalizó su exposición comentando que ante sospechosos dieran conocimiento a la Guardia Civil, al teléfono 062, al tiempo que intentaran recabar la mayor parte de información posible sobre de esa persona.

Posteriormente, se entabló un debate en el que los asistentes mostraron sus inquietudes y como debían de actuar ante posibles situaciones de riesgo para su integridad.

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