En rueda de prensa, el presidente de CPM -principal partido de la oposición-, Mustafa Aberchán, condenó enérgicamente el uso de la Policía para sacar pertenencias de un local que estaba siendo utilizado como vivienda por un imán y aseguró que con ello se contravenía el acuerdo de cooperación entre el Estado y la Comisión Islámica de España.

Así destacó que lo ocurrido en la mezquita de los Pinares no se lo imagina "en una iglesia cristiana ni en una sinagoga judía" y advirtió de que además de las acciones judiciales también emprenderán acciones de protesta como un rezo colectivo frente a la sede del Gobierno de Melilla por dicha decisión.

Mustafa Aberchán dijo que lo sucedido "va contra la convivencia y el respeto a las confesiones religiosas" y culpó de todo ello al presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda (PP).

Este, en cambio y tras visitar el centro de culto de la discordia, aseguró que la mezquita no se cerrará y subrayó que con el desahucio se cumplía la ley, después de que el anterior imán hubiese tomado este recinto de propiedad municipal como su propia vivienda.

Juan José Imbroda dijo que los musulmanes de la barriada de los Pinares podrán seguir realizando sus rezos en este local de la Asociación de Vecinos aunque la gestión del centro de culto pasará desde ahora a manos de la Asociación Musulmana de Melilla.

La primera autoridad local calificó a quienes anuncian protestas como "provocadores" y acusó a la Comisión Islámica de Melilla, federación religiosa de la que desligó la Asociación Musulmana de Melilla, de intentar mezclar religión con política al servicio de CPM, partido de base mayoritariamente musulmana.