El Obispo de Santander impondrá mañana en la Catedral la ceniza a los fieles con motivo del inicio de la Cuaresma

Jiménez Zamora pide que la Cuaresma se destaque por la solidaridad hacia quienes sufren la crisis

El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora presidirá, mañana, la tradicional misa del Miércoles de Ceniza que se celebrará, a las ocho de la tarde, en la Catedral, en la que impondrá la ceniza a los fieles asistentes.

Con esta jornada, la Iglesia inicia el ciclo litúrgico de la cuaresma, "un tiempo de conversión de los corazones" que pretende que se destaque por "rasgos de solidaridad concretos hacia las personas que sufren por la crisis".

Con motivo del inicio de la Cuaresma, el prelado cántabro presentó la carta pastoral 'Ayuna, comparte y ora', en la que recuerda que durante este tiempo, la Iglesia "nos exhorta vivamente a la renovación de nuestra vida cristiana" mientras "vamos caminamos hacia la Pascua".

Jiménez Zamora define la Cuaresma como un tiempo para la "escucha de la Palabra de Dios y de la conversión del corazón", y también como un "tiempo de preparación y de memoria" del Bautismo.

Además, esta época es una "oportunidad de reconciliación con Dios y con los hermanos", a través del sacramento de la Penitencia y es "un camino" de cuarenta días para la "práctica saludable de las clásicas" prácticas penitenciales del ayuno, la oración y la limosna. Éstos son los tres medios derivados del "fruto de la conversión cuaresmal, tal como nos habla Jesús en el Evangelio".

Como consecuencia de la crisis, el obispo de Santander insta a que esta Cuaresma destaque por "rasgos de solidaridad concretos", que "nos ayuden a vivir el espíritu propio de este tiempo".

Para ello propone "abrirnos a Dios y a los hermanos", especialmente a los "más pobres y a los que están sufriendo en estos momentos las consecuencias de la grave crisis social y económica".

Huchas solidarias

Desde hace más de diez años, Cáritas Diocesana de Santander organiza la denominada "Campaña de las Huchas de Cuaresma", con un sentido de "gesto solidario hacia los pobres".

La iniciativa consiste en la entrega a los fieles en sus parroquias, al comienzo de este tiempo, de unas huchas cúbicas de cartón en las que figuran cuatro imágenes alusivas a los proyectos a los que se ayudarán en esta cuaresma, la mayoría situados en países pobres.

En las huchas, los fieles depositan en sus casas limosnas fruto de sencillas privaciones. Las cajas son devueltas el Jueves Santo, "Día del amor fraterno", con un donativo para desarrollar los proyectos que cada año son propuestos.

Este año se han designado cuatro obras de apoyo solidario, avaladas por los propios obispos de cada lugar.

Con el primer proyecto se contribuirá, en África, a la construcción y equipamiento de una Sala de Reuniones para agentes pastorales en la Diócesis de Mbuji-Mayi situada en la región de Kasai Oriental, en la República Democrática del Congo.

Con el segundo se levantará, en Asia, un nuevo Centro Social en la Archidiócesis de Gandhinagar situada en el Norte de la región de Gujerat, en la India.

El tercer proyecto servirá para construir el nuevo templo de Cohechán, perteneciente a la Diócesis de Chachapoyas, en Perú; mientras que el último proyecto solidario servirá para el mantenimiento económico del Hogar Belén de Santander, en la diócesis cántabra.

En este centro de Cáritas se acogen, desde el año 2001, a enfermos de Sida que son atendidos por las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.

En su carta, el obispo insta "vivamente a todos los diocesanos, a colaborar económicamente para poder realizar estos cuatro proyectos" mediante el Gesto de Cuaresma 2010, que se hace mediante las huchas solidarias.

Por último, desea que "con un corazón convertido y abierto a las necesidades de los más pobres, caminemos por el desierto de la Cuaresma hacia la montaña santa de la Pascua".

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