Luis Rodrigo Q.Q., el hombre de origen ecuatoriano que descuartizó a la mujer boliviana María Elena Salcedo, ha confesado el crimen ante la Policía Nacional y ha alegado que la mató por "accidente" tras mantener una discusión con ella en un piso de Palma, desde donde la trasladó en un coche a las cercanías de la urbanización sa Vinyola, en Campos, donde la descuartizó con unas herramientas de su trabajo como albañil y dispersó las partes del cuerpo por el margen de la carretera.

Así lo explicó en una rueda de prensa el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial, Antoni Cerdà, quien reveló que el arrestado, que esta mañana pasó a disposición judicial, junto con otros tres acusados de encubrir el crimen, ya ha advertido a los agentes policiales que "no van a poder encontrar" la cabeza de la víctima, de 53 años, ya que la podría haber tirado a un contenedor de basuras para impedir que se conozca la causa de su muerte.

De este modo, la Policía Nacional baraja la posibilidad de que la mujer falleciera tras un fuerte golpe cometido por el hombre o bien por entrangulamiento, lo que explicaría la decisión del presunto homicida de hacer desaparecer la cabeza, mientras que el resto del cuerpo lo fue tirando a una zona con vegetación muy amplia. De momento, los agentes policiales han encontrado el tronco, las dos piernas y el brazo izquierdo, así como restos del derecho.

Por el momento, Cerdà indicó que aún no se ha hecho la autopsia, ya que se está a la espera de encontrar en las próximas horas más restos de la mujer, de modo que se prevé intensificar la búsqueda para hallar la cabeza, dado que esta parte del cuerpo podría ser determinante para conocer las causas de la muerte.

Por otro lado, indicó que ha sido posible detener al presunto homicida tras interrogar a 20 testigos y subrayó que uno de los desencadenantes para su arresto fue la intención del hombre de vender su vehículo a varios amigos, con el fin de recaudar dinero, de cara a huir de Mallorca, dado que, en estos momentos, no tenía trabajo y, por tanto, carecía de recursos para trasladarse a otra ciudad.

Encubridores del crimen

Además del presunto homicida, esta mañana pasaron a disposición judicial tres personas más, también de origen ecuatoriano, que se encontraban en la vivienda en el momento del homicidio y que, por tanto, podrían haber actuado como encubridoras al no haber denunciado el hecho ante la Policía.

Por otro lado, una quinta persona ha sido puesta en libertad con cargos, mientras que también se ha imputado a la mujer del asesino confeso, si bien ésta no ha sido arrestada, debido a que no se encontraba en la casa cuando ocurrieron los hechos y, además, no se la puede acusar de encubrimiento, al ser la pareja sentimental del principal sospechoso.

Cerdà detalló que la Policía tiene dos hipótesis respecto al móvil del asesinato, de forma que podría tratarse de un caso de violencia doméstica, si se confirma que la mujer fallecida mantenía una relación sentimental con su presunto homicida, mientras que la otra hipótesis sería que el homicidio se produjo tras una discusión en la que la víctima habría recibido un fuerte golpe que acabó con su vida.

El presunto asesino actuó solo

Los investigadores policiales descartan que alguien ayudara a Luis Rodrigo Q.Q. tanto en el asesinato, que con toda seguridad se produjo en la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, como en el traslado del cuerpo o el posterior descuartizamiento, ya que, al parecer, lo hizo todo él solo, teniendo en cuenta que tiene complexión fuerte, mientras que su víctima era menuda.

El jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial manifestó que está previsto que durante los próximos días se lleve a cabo una reconstrucción del asesinato en la vivienda en la que se produjeron los hechos y que, en estos momentos, se encuentra precintada, ya que los forenses harán una inspección ocular para intentar encontrar los restos de ADN de la mujer.

No obstante, apuntaron que tras cometer el crimen, su autor, que se encuentra de forma legal en España, se dedicó durante los días siguiente a limpiar todas las zonas de la casa, sobre todo, las sábanas para evitar cualquier pista respecto a la mujer asesinada, que en los días previos a su desaparición, estaba realizando los trámites para regularizar su situación en nuestro país.

Pese a que en un primer momento se investigó a la pareja de la víctima, teniendo en cuenta que había estado con ella 24 horas antes de su desaparición, la Policía descartó que estuviera implicada en el crimen, debido a que tenía numerosas "coartadas".